Rafael Triguero, concejal del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Eivissa, califica de «decepcionante» la política deportiva en el primer año de mandato del Gobierno municipal, al que acusa de «vincular el deporte a operaciones inmobiliarias, de tal forma que cualquier nueva instalación o equipamiento deportivo viene siempre vinculado a alguna operación de este tipo».

El edil popular ha culpado al Gobierno municipal de «generar problemas a los deportistas del municipio por falta de planificación» y por actuar «como les viene en gana y sin asesoramiento técnico deportivo». En este sentido, Triguero puso como ejemplo el cierre de la piscina de Can Misses, que «dejará en la calle a cientos de usuarios».

Triguero también ha asegurado que esta política «del bien queda, diciendo a todo que sí pero sin hacer realmente nada», genera un efecto en contra del deporte municipal, tanto en lo relativo al fomento y promoción del deporte y la dificultad de los ciudadanos a la hora de practicarlo, como en relación a los clubes y entidades deportivas.