Raffael Schäfer (8-4-1993), ex guardameta del Santa Gertrudis, Ciudad de Ibiza y Sant Carles, tenía claro que su idea era recalar en el fútbol alemán. Lo intentó hace un par de meses en el Bayern de Múnich, con el que llegó a hacer una prueba. La oportunidad, sin embargo, le llega del Arminia Bielefeld, club que también milita en la Bundesliga y al que se incorporará al equipo cadete el próximo 5 de julio. «Mi sueño es llegar a ser profesional y si puede ser en Alemania, que es un país que tiene grandes porteros. Por suerte me salió esta opción porque, en caso contrario, tenía previsto hacer la prueba en otros clubes como el Sttugart o el Schalke 04», afirma.

La historia de su fichaje fue peculiar y, sobre todo, muy rápida. No es que un ojeador le viese en un partido en concreto o que estuviesen detrás de él desde hace tiempo. «Está jugando casi todos los días en el club de Cala Pada, donde siempre hay muchos alemanes. Por ejemplo, estaba la selección germana de biatlón, que la verdad es que no jugaban nada mal, y también tenían que llegar futbolistas como Nacho Novo y Carlos Cuéllar. Entre ellos estaba el entrenador de porteros del Arminia Bielefeld, Thomas Schlieck, que le vio jugar y no dudó a la hora de ofrecerle jugar en su club. Fue todo muy rápido», relata Wieland Schäfer, padre del futbolista.

«Schlieck me dijo que la cualidad que más le gustaba de mí es mi actidud y ganas. Dice que tengo una altura importante para mi edad y con mucha capacidad para aprender», afirma el joven guardameta, que asegura que no notará el cambio de jugar en un club modesto a uno de los grandes del fútbol alemán. «Voy a vivir con una pareja en una casa que el club me ha buscado y en el que tendré como compañero a otro portero sub 19 de club. También sé que tienen muy buenas instalaciones, con cinco campos de entrenamiento más dos que están contruyendo. Es decir, que no tiene nada que ver con lo que se puede ver aquí», relata Raffael Schäfer, que quiso agradecer durante estos años la labor de entrenadores como Àngel Nadal, Juan Alcocer y Vicente Roman.