HC Copisa Eivissa 32

Esplugues 30

HC COPISA EIVISSA: Monroy; Paco Rubio (4), Santi Maíllo (7, 3p), Iván Martínez (6), Josep Mitja (1), Vicente Patricio (8) y Alberto Gonzalo (4) -siete inicial-, Carlos Roig (-), Pablo Baeza (2), Alberto Vicente (-), Vicente Bufí (-), Sergio Viracruz y Juan Gamallo.

ESPLUGUES: Manu Pereira; David Barbeito (3), Didac Rodríguez (4), Oriol Más (1), Gerard Gómez (-), Víctor Hijano (7p) y Gerard Martí (1) -siete inicial-, Arnau Conejero (-), Miguel González (3), Vidal Zurita (1), Joan Elorza (5), Oriol Rivera (-), Pol Vilaplana (5) y Javi Puchol (-).

Àrbitros: Lanuza Alonso y Sáez López. Excluyeron a Paco Rubio (2), Vicente Patricio (2), Alberto Gonzalo y Pablo Baeza, por parte local, y a Pol Vilaplana, por parte visitante.

Parciales: 3-1, 6-2, 9-4, 12-6, 15-8, 19-11 (descanso), 20-15, 21-20, 24-23, 25-27, 29-29 y 32-30.

Incidencias: Partido correspondiente a la penúltima jornada de Primera Nacional, disputado en el pabellón Es Pratet ante cerca de 100 espectadores.

Tomás Sánchez Venzalá

Por fin. El HC Copisa Eivissa encontró de una vez por todas y en la penúltima jornada el fruto a tantos días de trabajo sin recompensar: la victoria. El equipo de Fernando Pastor se dio un baño de orgullo para estrenar su casillero ante un Esplugues que vendió muy cara su derrota en un partido tan trepidante como esperpéntico, pues de un rotundo 20-11 se pasó a un 25-26 a falta de diez minutos para el final. Había que verlo para creerlo.

Los ibicencos saltaron a la cancha conscientes de que éste era el momento de lograr algo positivo. Fruto de su concentración y casta fue poniendo tierra de por medio con facilidad (7-2, min. 10) hasta alcanzar una máxima ventaja de ocho goles en este primer acto (16-8, min. 25, y 19-11, min. 30).

Tras el descanso creció su renta hasta los nueves tantos (20-11), pero el efecto gaseosa -perder gas con el tiempo- apareció con las exclusiones de Paco Rubio y Vicente Patricio. Los pitiusos sólo marcaron tres tantos en 12 minutos y los visitantes voltearon el marcador en el 49' (25-26).

Las polémicas decisiones arbitrales y los amagos de tángana llevaron la emoción a un choque que se decidió en los últimos cinco minutos, en los que al Copisa, por fin, no le acompañó el infortunio.