Jordi Vinyals se reencuentra este domingo con Elcacho, con el que coincidió en el Oviedo en su etapa como futbolista.

El Miapuesta Castelldefels, rival este domingo del Eivissa, es un club atípico. Hace unos meses protagonizó el culebrón del verano cuando Enric Flix, presidente de la entidad, decidió mudarse de Figueres para fusionarse con la UE Castelldefels, por entonces en Tercera División. Esta polémica decisión obligó a armar a toda prisa un equipo competitivo en la categoría, realizando un total de 14 fichajes, entre ellos el de Martín Posse, que abandonó el Miapuesta poco después de no ser alineado por el entonces entrenador Ernest Calero en el partido ante el Eivissa de la primera vuelta (1-1). En la actualidad, el equipo ocupa puestos de descenso y, por si fuera poco, la relación entre el Miapuesta y Castelldefels se ha roto y ya se habla de que Flix se llevará el equipo a otra localidad la próxima temporada. «Si uno, egoístamente, sólo mira para él, el matrimonio no es posible», afirmó el miércoles al diario El 9 Toribio López, presidente de la UE Castelldefels, que ha retirado todo el apoyo logístico (oficinas, sala de prensa, entradas, lavandería, etc) que brindaba al Miapuesta.

«Es una situación extraña, pero todo lo que rodea a este club es bastante peculiar. De todas formas, estamos en una entidad que, para bien o para mal, está acostumbrada a vivir con presión y que ha pasado por muchos problemas, por lo que ya estamos vacunados. Todos estos problemas no deben afectar a la plantilla, que sólo tiene que fijarse en lograr la permanencia. Es cierto que puede haber algo de intranquilidad por el hecho de que ahora mismo no se sábe qué pasará con la entidad, pero los futbolistas son profesionales y saben que se deben a este club hasta el final de temporada. Nadie, ni por ejemplo los jugadores del Eivissa, tienen asegurada su continuidad la próxima camapaña», declara Jordi Vinyals.

El entrenador, que sustituyó en el cargo el pasado 18 de diciembre a Calero, reconoce que el partido de este domingo ante el conjunto ibicenco es decisivo, no sólo para su equipo. «Cada vez quedan menos jornadas y todos los resultados son importantes. No llega a ser una final, pero casi. Nosotros, en caso de ganar, podríamos salir del descenso, mientras que el Eivissa, si suma los tres puntos, se colocaría con 43, por lo que ya tendría la salvación e incluso podría optar a algo más. Va a ser un partido muy complicado, ante un equipo que es muy competitivo y que, sobre todo en casa, es muy difícil de batir», añade Vinyals.