El Lleida y el Eivissa se repartieron los puntos de manera bastante merecida dado los méritos y deméritos contraídos por unos y otros en un partido extremadamente contradictorio. A saber, con seis goles el espectáculo fue pobre. Los defensas de cada equipo fueron sin nigún tipo de duda la línea más floja de uno y otro conjunto y sin embargo tres de los seis tantos fueron conseguidos por defensores sumados en labores ofensivas. Y para colmo, al final, ni uno ni otro se fueron satsifechos a los vestuarios con el resultado final porque lo consideraron injusto, pues tanto Lleida como Eivissa estimaron que habían hecho más méritos, o cometido menos errores, que el rival para alzarse con la victoria.
En un claro aviso de lo que sería el choque el primer tiempo comenzó de manera un tanto enloquecida. Sólo habían transcurrido 35 segundos cuando Dupi robó el balón en el saque inicial del Eivissa, mandó en profundidad hacía Borja que, marchándose de su defensa, mandó al segundo palo para que Luismi, libre de marca y en situación inmejorable, fusilase a Jose Antonio para colocar al Lleida por delante en el luminoso. Aún se estaba celebrando el uno a cero cuando un balón sin aparente peligro colgado en el área de Castilla fue despejado de forma inocente con el brazo por un Galván que no tenía a nadie a menos de cinco metros; posteriormente alegaría que se vio deslumbrado por el sol. El tan ingenuo como justo penalti fue trasformado por Matías Alonso con total solvencia y colocando la igualada a uno en el marcador. Dos errores graves en tres minutos, uno de cada equipo, siginificaban dos goles.
A partir de este momento el Lleida desapareció del campo y fue el Eivissa, con un Xavi Gràcia estelar -jugador que salió del fútbol base del Lleida- y que se hizo con el mando del partido poniendo cerco a la portería de Castilla y desaprovechando varias ocasiones claras de gol que bien podían haber supuesto casi la sentencia del partido de haber estado más efectivos en el remates. Así, hasta que en el minuto 20 y a la salida de un corner, el defensa visitante José remató por bajo batiendo a Castilla y colocando el 1-2. El Lleida siguió sin reaccionar salvo en jugadas aisladas protagonizadas casi siempre por un inspirado Luismi, que buscaba a Juan Domínguez ayudado por los errores que cometían sistemáticamente los centrales del Eivissa. En uno de ellos, en el 25, llegó el empate local. Disparo desde fuera del área grande de Manolo Pérez que despejó en corto y con apuros Jose Antonio, ningún defensor ibicenco fue a por el rechace y Juan Domínguez remachó el balón a la red bajo palos. Todavía en este primer periodo tendrá el LLeida una clarísima ocasión para adelantarse en el marcador, en otro error de bulto de los centrales visitantes. Juan Domínguez se plantó en solitario en el mano a mano ante Jose Antonio, al que intentó batir de vaselina, pero el balón se estrelló en la red por fuera.
El segundo periodo tuvo al Eivissa como claro dominador por lo que hace referencia al control del balón, pero en cambio fue el Lleida el que tuvo las ocasiones más claras para llevarse el partido. Keko, en el 63, remató con mucha intención pero Jose Antonio blocó por bajo. Y tres minutos más tarde Joan Castillo despejó a corner bajo palos un envenenado centro chut de Keko que había superado ya a Jose Antonio. El Eivissa se acercó algo más a los dominios de Castilla con peligro a partir de la entrada en el campo de Nacho Jara. En una de estas aproximaciones llegaría el tercer gol visitante. Centro de Jara desde la banda, desajuste colectivo de la zaga local y el defensa José, que otra vez se había sumado al ataque, batía de cerca y con comodidad a Castilla.
La tónica de un partido loco no varió hasta el final, con el Eivissa mandando en el centro del campo y el Lleida fiándolo todo a aislados contragolpes el partido debió caer de lado visitante. Pero en uno de ellos, a dos minutos para la conclusión, llegó el empate definitivo. Luismi sacó un córner y, tras una serie de rechaces en el área pequeña, la pelota acabó en el fondo de la red tras un disparo de Galán, que ponía el definitivo empate a tres en el marcador.
El empate ante el Lleida permite al Eivissa subir dos puestos y colocarse el décimo en la tabla. El conjunto de Luis Elcacho suma ahora 40 puntos y está a cinco puntos de la barrera de los 45 que se fijaba para lograr la permanencia. También cinco puntos le separan de los puestos de play off, con el Ontinyent en estos momentos cuarto clasificado. Girona (60), Alicante (50) y Gavá (49) son inalcanzables, por lo que el Eivissa sólo podría optar a una cuarta plaza que tiene muchos pretendientes, entre ellos el propio Ontintyent, Villarreal B, Benidorm, Orihuela o Lleida, entre otros. Sin embargo, el primer objetivo del Eivissa es la permanencia. El equipo está a una distancia de seis puntos del descenso directo y este fin de semana se mide a un rival directo como el Miapuesta Castelldefels.
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