María Sharapova ganó ayer la final del Abierto de Australia a Ana Ivanovic con un cómodo 7-5, 6-3 jugados en una hora y 31 minutos. Es el tercer título de un Grand Slam, y el primero en un Abierto de Australia para la tenista rusa, que a sus 20 años ha llegado a ser la quinta mejor tenista del mundo.

Sharapova estaba nerviosa, y titubeó en el primer set, cuando cedió a su rival una ventaja de dos juegos. Posteriormente dominó en todo momento a Ivanovic, segunda en el mundo, con su poderoso saque.

Sharapova, que no concedió un punto en sus primeros tres juegos al servicio en el set inaugural, rompió el de Ivanovic en el quinto juego. Finalmente la rusa volvió a romper el servicio de su oponente y obtuvo el primer set 7-5.

En el segundo set Sharapova volvió a romper el servicio de Ivanovic en el séptimo juego para colocarse adelante por 4-3. En el juego final volvió arrebatarle el servicio y se coronó como campeona del Abierto en una final soñada por la organización del evento por ser disputada por dos «consentidas» del público.