Raúl y Robinho aabrazan a Baptista tras conseguir el tanto de la victoria. g Foto: ANDREU DALMAU (EFE)

Un gol de Baptista desmontó la escasa capacidad del Barcelona y permite al Real Madrid irse de vacaciones navideñas con siete puntos de ventaja sobre los azulgrana y poner tierra de por medio en la Liga.

No les hizo falta a los de Bernd Schuster demasiado virtuosismo para llevarse la victoria y conquistar el simbólico campeonato de invierno, porque el Barcelona, que había ganado todos los partidos disputados esta temporada en el Camp Nou, en Liga y en la Champions League, firmó un partido plagado de dudas.

La apuesta de Rijkaard, con Ronaldinho de titular, no le dio resultado y su equipo firmó un ejercicio de impotencia, de querer y no poder frente a un rival muy serio, muy contundente en defensa, muy poderoso en el remate, pero con poco fútbol. Rijkaard entendió que era un partido ideal para Ronaldinho, pero el holandés se equivocó. Su estrella es una sombra de lo que fue, que solo aparece una de cada diez veces.

El problema de los catalanes, sin embargo, no fue Ronnie, sino su incapacidad para poner en marcha sus automatismos, especialmente en la creación. Deco no estuvo preciso, Xavi, tampoco; Touré Yayá cumplió destruyendo y sólo Iniesta tenía las ideas claras. Además, a Etoo no le llegó ni un sólo balón en condiciones.

El Real Madrid lo tuvo más fácil. Schuster le dio una pincelada de seguridad a su equipo con la entrada de Heinze por Marcelo, pero el Real Madrid nunca fue conservador. Con una defensa adelantada, una media presionante y el instinto goleador de la pareja Raúl-Van Nistelrooy.

La fiabilidad defensiva de unos y otros se impuso. Demasiada imprecisión, mucho respeto y apenas llegadas a la meta contraria. De hecho, los blancos se acercaron dos veces en el primer tiempo, las mismas que los azulgrana, la diferencia estuvo en la puntería, el Madrid acertó, el Barca no. El Madrid llegó por primera vez con una jugada a balón parado. Sacó Sneijder y remató en plancha Pepe (m.12). El partido no acababa de arrancar y los de Rijkaard, tampoco. De hecho, los locales no se acercaron a la meta de Casillas hasta el minuto 30, en una jugada que el portero aguantó primero la acción ante Eto'o y después la de Iniesta.

Cuando el Barca creía más en sus posibilidades, en una contra (m.36), el Madrid resumió lo que mejor sabe hacer este año: crear una jugada de gol prácticamente de la nada. En cuatro toques: dos de Raúl y una pared entre Van Nistelrooy y Baptista; los blancos se adelantaron en el marcador. La resolución del brasileño fue espectacular, con el exterior del pie batió a Valdés con un tiro a la escuadra, un tanto que desmontó el ánimo del Barca, justo cuando su fútbol empezaba a crecer después de un dubitativo inicio.

En el segundo tiempo, el Real Madrid volvió a vivir de su solidez defensiva y de su pegada en ataque. Rijkaard movió ficha con la entrada de Giovani por Deco en el minuto 58. Antes Robinho pudo decidir y a partir de entonces, el partido se convirtió en un encuentro de ida y vuelta.

Baptista, Robinho y Van Nistelrooy, a la contra, apuntaron en un par de acciones, el 0-2 parecía más cerca que el empate, porque el Madrid dominaba sin agobios. Baptista, Robinho y Van Nistelrooy, a la contra, apuntaron en un par de acciones, el 0-2 parecía más cerca que el empate, porque el Madrid dominaba sin agobios.

El Real Madrid ganó por más diferencia de la que refleja el marcador, logró el simbólico campeonato de invierno, se convierte en el primer equipo que gana en el Camp Nou en Liga en 24 meses y se escapa al frente de la tabla con siete puntos de ventaja e inundan de dudas al Barca.