La regata tuvo dos partes claramente diferenciadas: una hasta la puerta de sotavento a mitad de duelo, en el que Alinghi fue el claro dominador, y otra desde que comenzó la segunda ceñida, donde New Zealand por role, neutralizó la desventaja por barlovento y superó a su rival por sotavento. Neozelandeses y suizos brindaron un bonito espectáculo desde la salida porque ayer sí que se enzarzaron en una guerra de círculos en las que ambos buscaban la popa de su rival. Tanto fue así que New Zealand pidió penalización para su rival hasta en tres ocasiones, pero los jueces no las concedieron. Los de Barker salieron por el barco del Comité de Regatas, mientras Alinghi lo hacía por el centro de la línea. Tras una pequeña carrera de caballos, Alinghi se marchó por velocidad y cogió tres esloras que administró muy bien hasta la boya de barlovento.
La primera empopada no fue tan brillante para los suizos como las dos de ayer. A pesar de llegar a la puerta de sotavento con 15 segundos de ventaja, la regata cambió de color al principio de la segunda ceñida. En el último tramo, Alinghi se vio obligado a arriesgar porque por primera vez en la final iba por detrás de su rival. New Zealand supo aguantar la presión y contrarrestó las maniobras de su rival, en las que se buscaba el fallo. El barco suizo se perdió en trasluchadas para buscar mejor viento o un role que les acercara a los neozelandeses que caminaban hacia la victoria que equilibraba la final, antes del primer día de descanso. La serie se reanudará mañana martes con la tercera jornada.
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