La Real Sociedad puso el punto y aparte a 40 años de presencia continuada en Primera, tras empatar contra el Valencia en Mestalla, y sin tener que estar pendiente en los últimos minutos de los resultados que se producían en Bilbao, Santander y Vigo, donde también se vivió el drama de verse abocados al precipicio que aboca a la Liga BBVA después de sumar los tres puntos y ver como el Athletic y el Betis reaccionaban a útlima hora para aferrarse a la máxima categoría.

Los donostiarras volverán cuatro décadas después a una categoría que las últimas generaciones de aficionados no conocen más que en los libros que narran las gestas deportivas de un equipo que fue denominado como «el ascensor» por su presencia fluctuante entre la primera y segunda división del fútbol español hasta que en el año 1967 en Puertollano, seis años después de su anterior descenso, afianzó su estancia en la élite.

El Celta consumó ayer su descenso al no culminar la remontada que había protagonizado en las últimas semanas y pese a la reacción que se buscó con el estreno del ex futbolista búlgaro Hristo Stoichkov como técnico en el fútbol español.

El conjunto celeste ha repetido el papel que ya protagonizara hace cuatro años, cuando consiguió su clasificación para la Liga de Campeones en la 2002-2003 y al año siguiente consumara su descenso al no poder asumir la participación en tres competiciones. En la presente temporada, la tercera competición para el Celta ha sido la UEFA y en la que alcanzaron los octavos de final, al caer frente al Werder Bremen alemán, lo que unido a su poca plantilla arrastraran una mala actuación en la Liga.

Por su parte, el Betis y el Athletic celebraron la salvación después de un año con mucha tensión. Los verdiblancos han culminado su centenario con más pena que gloria y con una brecha abierta en el seno de la entidad, mientras que los bilbaínos celebraron de forma comedida una permanencia al considerar que no había motivos para la euforia.