LETONIA: Kolinko (H); Zirnis (H), Ivanovs (H), Zakresevskis (H), Klava (H); Bleidelis (H), Astafjevs (H), Laizans (H), Rubins (H); Verpakovskis (H) y Karlsons (H).

Cambios: Solonicins (H) por Rubins, Pereplotkins (H) por Bleidelis y Cauna (H) por Karlsons.

ESPAÑA: Casillas (H); Sergio Ramos (H), Puyol (H), Marchena (H), Capdevila (H); Angulo (H), Albelda (H), Xavi (H), Iniesta (H); Luis García (H)y David Villa (HH).

Cambios: Joaquín (H) por Angulo, Soldado (H)por Luis Garcia y Xabi Alonxo (H) por Albelda.

Àrbitro: Craig Alexander Thomson (Escocia). Amonestó a los letones Klava (m.27), Kolinko (m.36) y a los españoles Marchena (m.74) y Xavi (m.91).

Goles:
0-1, minuto 45: Zakresevskis, en propia puerta.
0-2, minuto 60: Iniesta.

Incidencias: Partido del grupo F de la fase de clasificación de la Eurocopa disputado en el estadio Skonto de Riga, ante unos 8.000 espectadores. Luis García y Roberto Soldado debutaron con la selección absoluta española e Imant Bleidelis disputó su partido 100 con la selección letona.

Óscar González|RIGA
Con más determinación que juego y una buena dosis de fortuna, España dio el primero de los dos pasos que reclama Luis Aragonés, para poner la clasificación a la Eurocopa de su lado y se impuso en Letonia por 0-2, gracias a dos balones rebotados hacia la meta rival, que ayudan a serenar el ánimo del conjunto nacional.

Por eso, porque se supone que la selección española no debería tener problemas para vencer a Liechtenstein el próximo miércoles y porque tuvo que superar numerosos contratiempos, la victoria en Riga tiene más peso, al margen de su escasa brillantez y de la debilidad del rival.

Porque, en pleno fragor de la Liga y al final de una temporada extenuante, Aragonés ha tenido que ir adaptando sus planes a las circunstancias.

Obligado a idear un «plan C», por la baja de Fernando Torres, el precario estado físico de David Silva y el inoportuno pisotón que sacó en el último momento a Joaquín del equipo titular, Luis Aragonés optó por propiciar el debut de Luis García como acompañante en el ataque de David Villa, colocar en la banda derecha a Miguel Àngel Angulo y volcar a la izquierda a Andrés Iniesta.

Pudo funcionarle la «conexión asturiana» (Villa-Luis García) en el primer minuto de partido, pero el disparo del españolista lo rechazó Aleksandrs Kolinko y España supo, desde ese momento, que tendría que tener paciencia.

Porque el plan de Aleksandr Starkovs, que regresaba al banquillo como el salvador de un conjunto a la deriva, era simple. Tras mirar al cielo durante la víspera, implorando lluvia, Letonia no tuvo reparo en meter diez jugadores por detrás del balón y dejar que el delantero del Getafe Maris Verpakovskis se buscase la vida.

Con eso, le sirvió para atascar durante muchos minutos a un conjunto español que tuvo el balón, que, como ante Islandia, se preparó para otra jornada de acoso y derribo y que tardó más de media hora en lanzar desde fuera del área, el único recurso que dejaban los letones apretados contra su meta.

Fue Angulo el que más lo intentó, sin suerte y del que partió la jugada que cambió el rumbo, en el último minuto del tramo inicial.

Justo cuando Letonia había comenzado a creer en sus posibilidades, después de que protestase un empujón de Carles Puyol a Girts Karlsons y de que Oskar Klava rematase de cabeza por primera vez contra la meta de Iker Casillas, un centro de Angulo por la derecha dio en el rostro de Arturs Zakresevskis y el balón se introdujo en su portería.