Manel fue el protagonista del partido al hacer el primer gol y participar en el segundo.

Iván Muñoz
Fue como cuando en el partidillo de los recreos que jugábamos en el colegio se empeñaba en entrar uno de último curso para pasar el rato. Más alto, desarrollado y hábil, se divertía a base de sacar ventaja en casi todas las situaciones. Y más aún los que se veían agraciados con tenerlo como compañero. «¡Así no vale!», solían lamentarse los del equipo contrario. Frase que seguramente reprimieron ayer para sus adentros los jugadores del Poblense. Porque una sensación parecida debieron de tener cuando Manel, experto en lides de más alta escuela, entró en el campo paseando con soltura su 1'90 para debutar con la camiseta de la SD Eivissa entre los aplausos expectantes del público. A los dos minutos no sólo consiguió el primer gol del encuentro, sino que además había contagiado a todos los de su alrededor haciéndoles sentirse más altos, más seguros y atrevidos. En definitiva, mejores.

Hasta entonces el partido había sido fiel a la tónica general de Can Misses esta temporada. El Eivissa, que ayer volvió a apostar por un doble pivote, se mostraba sólido atrás e intentaba llegar al arco contrario sin demasiado éxito ante un rival demasiado cauto. Luis Elcacho volvió a apostar por el doble pivote por delante de la defensa y colocó a Raúl Garrido e Isi, ayer titular, en las bandas. Mientras tanto, Peña y Rubén Soler intentaban sacar algo provechoso arriba, aunque sin demasiado éxito. Tras veinte minutos de poco fútbol, Raúl Garrido puso el balón a Soler para que éste cabeceara al fondo de la red, pero el árbitro lo anuló por un más que dudoso fuera de juego. La poca profundidad bermellona llegó en dos ocasiones por las bandas de la mano de Isi y Soler, pero sin fortuna en los metros finales. Mientras tanto, el Poblense se dedicaba a proteger su campo y a dejar que de vez en cuando Llisto explorara el área contraria, aunque sin ningún éxito para sus intereses.

El primer cuarto de hora transcurrió más o menos de la misma forma. O peor, porque ambos equipos parecían haber firmado un pacto de no agresión, quizás por eso de vestir la misma camiseta debido a que los visitantes perdieron las suyas en el aeropuerto. Hasta que entró Manel. No llevaba el catalán 100 segundos en el campo cuando Isi puso un centro desde la banda que no llegaron a interceptar los centrales para que sólo lo tuviera que empujar. Como subido a sus hombros, la SD Eivissa empezó a crecer y el Poblense a menguar. Al menos tres ocasiones claras de gol tuvieron los locales, que reservaron lo mejor para poner el colofón. Manel bajó casi sin inmutarse un balón alto para colocárselo en el pie y cedérselo de tacón a Raúl Garrido, que se encontraba en la banda derecha. Con un elegante gesto, el centrocampista cambió el esférico hacia la izquierda, donde esperaba Xavi Gràcia para controlarlo y hacer el 2-0 bajo el delirio de un público que acababa de ver el mejor gol de la temporada y, una vez más, vencer a los suyos.

La satisfacción de Luis Elcacho, entrenador de la SD Eivissa, tras el partido, era total: «Creo que el equipo ha trabajado muy bien y ha demostrado estar recuperado anímicamente del resultado negativo la semana pasada en el Lluís Sitjar. Jugando así será dificíl que perdamos algún punto en Can Misses». El técnico catalán cree que los suyos se mostraron muy sólidos durante todo el encuentro y que cada uno supo lo que tenía que hacer. Además, reconoció lo importante de la incoporáción de un hombre como Manel: «Es una referencia arriba e intimidará a los contrarios».