Iván Muñoz
Los títulos no se ganan por casualidad, y si Andrés Vilariño cuenta con un amplio palmarés tanto en competiciones nacionales como europeas es por algo. Tal y como auguraban los especialistas, el piloto vasco se llevó de calle la primera carrera de la XXII Pujada Illa d'Eivissa, disputada ayer en la carretera de Sant Vicent a Sant Joan. Su Audi A4 ST estuvo por encima de todos los demás coches desde el primer momento y deleitó a su paso a los cerca de 2.000 aficionados que se dieron cita a lo largo de los 4.000 metros de circuito. Tanto que el tiempo de 2'17'650 logrado durante la carrera le sirvió para hacerse con el récord de la prueba en turismos, algo que ya consiguió con su barqueta allá por el año 1997. Vilariño optimizó al máximo su vehículo para rebajar en casi un segundo el registro que había logrado durante los entrenos oficiales y sacarle algo más de dos segundos y medio a José Antonio López-Fombona. A pesar de tener que conformarse con la segunda plaza, el asturiano puede estar contento porque se impuso a Xavier Riera (BMW 320 ST), su máximo rival en el Campeonato de España de Rally de Montaña, que hoy podría quedar prácticamente sentenciado si se dan unos resultados similares. Tan sólo queda el rally de Estepona y la diferencia de más de 50 puntos con la que el Fombona cuenta sobre Riera parece insalvable a estas alturas de campeonato.

Peor fueron las cosas para José Joaquín Fernández, que corría por primera vez en casa con su nuevo Mitsubishi. El ibicenco pretende ofrecer una victoria a los suyos dentro de su categoría, la N, algo que le impidió ayer conseguir Francisco Javier Jiménez. 'J.J.' logró reducir en la carrera a sólo un segundo una diferencia que en los entrenos llegó a ser casi de dos, pero volvió a ser evidente que a pesar de conducir el mismo modelo de coche que su rival aún le quedan muchas cosas por ajustar. Una evolución que quizás vaya consiguiendo poco a poco y no sin mucho esfuerzo. Más lejos queda ahora ese quinto lugar en la clasificación general del que hablaba en las vísperas del campeonato, aunque el hecho de que Rafaél Ruiz no saliera hace muy factible que se afiance en el segundo lugar de su categoría.

Aunque fuera de concurso para el Campeonato de España, el público pudo volver a disfrutar como de costumbre de la tradicional clase CM, en la que compiten las popularmente conocidas como 'barquetas'. Gorka Apalanza hizo rugir su Speed Car GT para hacerse con el primer puesto en la carrera y firmar un tiempo de 2'10'659. Una nada despreciable diferencia de 7 segundos con respecto a los turismos, aunque menor que hace unos años, antes de que se impusieran ciertas limitaciones en motor y carrocería.