Los nuevos jugadores del conjunto ibicencos (con la excepción de Buzzi), ayer, en Can Misses antes de iniciar la sesión de entrenamiento. Fotos: SONIA GAITÁN.

Iván Muñoz
Hay expectación por ver de lo que será capaz este nuevo Eivissa. Así al menos quedó patente ayer en el Municipal de Can Misses, en el que al menos una treintena de aficionados se dieron cita para ser testigos del primer entrenamiento del renovado conjunto bermellón. Trece de los catorce jugadores fichados tuvieron su primera toma de contacto con el césped artificial del terreno de juego a la vez que conocieron al cuerpo técnico y al resto de compañeros. Antes, Pedro Ortega y Luis Elcacho, presidente y entrenador respectivamente, dirigieron unas palabras en el vestuario que sirvieron como bienvenida. Profesionalidad y unión. Eso fue lo que pidió el máximo dirigente en su breve conversación con los jugadores, haciéndoles ver la importancia de que el equipo fuera además un gran grupo humano. Más extenso fue el técnico catalán, cuya intervención se prolongó más de lo esperado. Hasta las 19'00 horas no saltaron al campo los componentes de una plantilla que no estaba al completo por las ausencias de Puet, Suso y Buzzi, que por motivos personales no podrán incorporarse hasta hoy.