I.M.
El de esta tarde será el primer derbi de Pedro Ortega como presidente de la SD Eivissa, cargo al que accediera después de la dimisión de Mariano Riera. Y como tal ejercerá en Santa Eulària esta tarde, adonde se desplazará para acompañar a su equipo como hace normalmente. Todo apunta a que el ambiente hostil que se prevé en el campo no se vivirá en el palco, sobre todo después de ver la relación cordial que mantienen el máximo mandatario bermellón y Miguel Torres, que esta tarde ejercerá como anfitrión.

El presidente de la Peña Deportiva reconoce que el ambiente que se vive para este partido es inusitado: «Este partido ha movido más expectación que nunca porque llegamos bien situados en la tabla, lo que da más aliciente. Luego hay otros factores, como los del cambio de entrenador, que mueven un poco más», afirma. Pedro Ortega reconoce que al estar fuera le es más difícil percibir esas sensaciones: «El ambiente de Santa Eulària no lo conozco, pero se nota que la gente está muy ilusionada, por lo que espero que sea un partido bonito».

Más de dos centenares de entradas ya repartidas prevén una entrada histórica, a lo que hay que añadir la tensión propia de estos partidos, para las que se han tomado medidas de seguridad especiales. «No nos preocupa para nada lo que pueda pasar mañana. Medidas de seguridad se tienen que tomar siempre, pero hay muchos partidos interesantes e intensos. Eso ha estado siempre ahí», manifiesta Ortega. Torres reconoce que la ampliación del número de efectivos responde a la necesidad de tomar precauciones: «Pienso que en estos partidos se tienen que tomar algunas medidas porque son imposibles ciertas reacciones, pero creo que las dos aficiones se comportarán».