El técnico Gregorio Manzano, sustituto de Héctor Cúper en el banquillo del Real Mallorca, declaró ayer que el fútbol «no está hecho para perdedores» y aseguró que afrontará su segunda etapa en la isla «con un lema muy claro: hay que mirar al frente sin miedo», dijo. Manzano, que dirigió al equipo en la temporada 2002-2003 y que esta mañana ya participó en su primera sesión de entrenamiento en las instalaciones de Son Bibiloni, poco después de ser presentado ante los medios de comunicación, dijo que sus futbolistas «no deben temer nada, porque nada está perdido».

El Mallorca es colista de la Liga con 19 puntos, pero, según el entrenador jienense, «está todo por jugarse, ya que quedan 45 puntos en juego». «Esa es una realidad, no una utopía. Por eso, el jugador que no lo vea así y se sienta perdedor es que no sirve para este deporte. La plantilla debe estar convencida de que seremos capaces de seguir en Primera. Yo soy el primero que piensa así, ya que de otra manera no habría venido», explicó. Añadió que hay «seis equipos que en estos momentos no pueden poner la mano al fuego de que no descenderán». «Y mucho menos en el Mallorca podemos pensar de que ya estamos en Segunda», insistió. Respecto a la plantilla que dirigirá a partir de ahora, el ex técnico del Valladolid, Atlético de Madrid y Málaga, entre otros equipos, aseguró que conoce «los elementos subjetivos». «Apenas recibí (en la noche del lunes) la llamada de Nando Pons (secretario técnico) para preguntarme si estaría dispuesto a venir (cuestión que concretó el martes a las seis de la tarde) me puse a estudiar la plantilla. Tengo los elementos subjetivos, virtudes, defectos, movimientos en el campo, pero me faltan los objetivos, que conoceré con el trabajo diario», apuntó. Manzano reiteró su fe «absoluta» en la salvación del equipo y subrayó: «El domingo empieza la batalla a las siete de la tarde», en directa alusión al partido que enfrentará al Mallorca con el último equipo que dirigió, el Málaga.

El partido de La Rosaleda es clave para el conjunto mallorquín y así lo entienden todos los jugadores. «Pocos puntos nos separan del Málaga y, si les ganamos, les dejaríamos muy tocados. Por ello, ganar será muy importante», explicó Antoni Lluís Adrover, Tuni, extremo del Mallorca.