La SD Eivissa sumó otra victoria en casa. Esta vez fue ante el Margaritense, pobre rival que no fue capaz de hacer nada que intimidase a los locales. Éstos no fueron tan brillantes, aunque sí superiores, como indica el resultado. Se limitaron a aprovecharse del resurgimiento de Jorge en su acierto de cara al gol. El resto fue ausencia de juego y aburrimiento.

En la primera parte, ya en el primer minuto, el Eivissa se mostró superior a su rival, por lo menos en su determinación y su capacidad de amenazar la portería rival. Nando fue el primero en asustar a los mallorquines con un disparo que despejó el guardameta Font enviando el balón a corner por encima del larguero.

Seis minutos después el Margaritense creó la primera de sus dos ocasiones con un disparo que salió cerca del palo derecho de Vicente.

Jorge avisó de sus intenciones en el minuto 11 cuando remató de cabeza a la escuadra derecha de Font, que acertó a despejar a corner de nuevo.

Poco después, Jorge de nuevo, marcaría el 1-0. En el minuto 20 de juego tras el saque de una falta, Jorge remató con la cabeza un balón que el portero Font acabó de mandar al fondo de su portería tratando de despejarlo.

Puet tuvo una ocasión tres minutos más tarde, con un disparo que salió rozando el palo. Puet disparó sin oposición. Pero fue Jorge, quien en el minuto 42, marcó el segundo tanto de la tarde, tras driblar a un defensa al borde del área y mandar un balón cruzado fuera del alcance del guardameta Font.

Así se llegó al descanso, tras la reanudación Jorge completó su tarde de aciertos con el tercer gol. Corría el minuto 49 cuando en un rechace el delantero del Eivissa, más rápido que sus rivales, se plantaba sólo ante el portero al borde del área y con un disparo preciso superaba a Font por arriba alojando el balón en las redes.

Desde ahí el partido se paró y no hubo a penas más que ver. El Margaritense no parecía capaz de inquietar al Eivissa que se relajó un poco con tan favorable marcador.

La grada satisfecha con el resultado se limitaba a celebrarlo además de increpar a algún que otro aficionado rival.

Sin embargo, dentro del sopor aún hubo tiempo para otro tanto que llegó en el minuto 79, cuando Jorge había sido sustituido y ovacionado, en una jugada en la que la defensa local estuvo demasiado lenta permitiendo hasta cinco remates y rechaces para que Aitor marcara el 3-1.