SERBIA (13+17+26+14): Jaric (-), Gurovic (12), Bodiroga (9),
Milojevic (2) Rebraca (6) -cinco inicial-, Rakocevic (20),
Avdalovic (2), Krstic (3), Scepanovic (6), Radmanovic (7) y Milicic
(3).
ESPAÑA (21+22+27+19): Calderón (17), Navarro (27), Jiménez (-),
Reyes (9), Garbajosa (5) -cinco inicial-, Vidal (7), Fernández (9),
De Miguel (14), Vázquez (1) y Cabezas (-).
Àrbitros: Drabikovsky (UKR), Sudek (SVK) y Okrimenko (RUS).
Excluyeron por personales a Krstic (m.27).
Incidencias: encuentro correspondiente a la primera jornada de
la primera fase del Campeonato de Europa de selecciones nacionales
masculinas disputado en el SPENS Center de Novi Sad ante unos 7.000
espectadores.
Efe|NOVI SAD
España sumó la séptima victoria consecutiva frente a Serbia y
Montenegro en el arranque del Europeo 2005 en casa del conjunto
'plavi' y en el día del estreno del Europeo serbo-montenegrino para
pasar, en cuarenta minutos, de víctima propiciatoria a verdugo y
convertirse así en la gran favorita a la primera plaza del Grupo
D.
Serbia y Montenegro retomó la imagen y, lo que es peor, el juego
exhibido en los Juegos de Atenas, y se dejó embrujar por un rival
que salió del pabellón de Novi Sad entre los aplausos del público,
en reconocimiento a su labor.
Parecía increíble, pero era cierto. En casa, con cinco jugadores
de la NBA en sus filas, con Dejan Bodiroga en la capitanía, Zeljko
Obradovic, el cinco veces campeón de la Euroliga al frente del
banquillo y con todo a favor para nada porque, ni los más viejos
del lugar, recordaban un selección 'plavi' tan lenta y tan pesada,
tan vacía de ideas.
Algún mérito de esa situación tendría España y, desde luego,
Juan Carlos Navarro, que por fin sacó a pasear sus famosas
'bombas'. El escolta del Barcelona clavó unas cuantas, también
algún triple, y catapultó a la selección nacional con catorce
puntos en el primer cuarto, clausurado con 13-21 en el
tanteador.
España ya dominaba con claridad antes del descanso. Obtuvo una
máxima renta de catorce puntos en el segundo cuarto (27-41), luego
la amplió a quince en varias ocasiones a partir del tercer periodo
(30-45 m.22; 37-52 m. 24; 45-60 m.27), una vez olvidada la
irrupción del madridista Igor Rakocevic en pista, que insufló
nuevos bríos al conjunto local por unos momentos.
A España, le empezó a sonar la palabra victoria en los oídos una
vez rebasado el tercer cuarto sin recibir daños (56-70). Los
errores de Serbia y Montenegro en el lanzamiento en la salida del
último tiempo, algunas pérdidas de balón y las consiguientes
recuperaciones acrecentaron la confianza del equipo nacional.
Iñaki de Miguel encarnó todas las virtudes de esta selección en
una recta final asfixiante para los 'plavi', que dejaron a los
veteranos en el banco para probar suerte con los jóvenes. También
brilló el mallorquín Rudy Fernández, que firmó un triple, un mate,
una bandeja a mano cambiada y un gancho de izquierda
extraordinario.
España ahora lidera el Grupo D, el del equipo anfitrión, el del
miedo, y cuenta con enormes posibilidades, si supera a Letonia e
Israel, dos bloques mucho menos fuertes a priori que el
serbo-montenegrino, de acabar primera de grupo y clasificarse
directamente para los cuartos de final.
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