Carlos de Torres|CHARTRES
El australiano Stuart O'Grady, del Cofidis, ganó la quinta etapa del Tour de Francia disputada bajo la intensa lluvia y el viento entre Amiens y Chartres, de 200 kilómetros, mientras que el campeón de Francia Thomas Voeckler se vistió de amarillo tras culminar una escapada de cinco corredores permitida por el US Postal de Lance Armstrong.

O'Grady, que protagonizó una temprana escapada desde el Km 16 junto a Voeckler (Boulangere), el danés Piil (CSC), el francés Casar (La Francaise) y el sueco Backstedt Alessio), fue el más rápido en la llegada, donde invirtió un tiempo de 5h.05.58 para adjudicarse el segundo triunfo en su palmarés del Tour, no sin esfuerzo en una jornada de auténtico chaparrón, fuertes rachas de viento y múltiples caídas.

El pelotón, después de un plácido paseo controlado de principio a fin por el US Postal de Armstrong, llegó a 12.33 minutos encabezado por McEwen, por lo que Voeckler, de 25 años, logró dar una alegría a la afición enfundándose el jersey de líder, «un sueño que tenía desde niño».

La desapacible jornada de transición cambió el decorado de la general sin afectar a los favoritos, que mantuvieron sus posiciones con Armstrong, sexto, el mejor colocado en espera de etapas más trascendentes, donde los líderes tengan que batirse cara a cara.

El texano dijo tras la contrarreloj por equipos que no interesaba malgastar las fuerzas defendiendo el amarillo. Dicho y hecho. Ante la primera oportunidad, jornada de fuga controlada y responsabilidad a partir de ahora para el Boulangere, equipo francés que guardará la ilusión de su joven valor.

Voeckler podrá soñar unos días si sabe administrar la ventaja en la general de 3.13 sobre O'Grady y de 4.08 respecto a Casar. Incluso tendrá alejado a Armstrong al menos hasta Pirineos con un colchón de 9.35 minutos. Su sonrisa infantil elevará la moral de la afición francesa en tiempos de escasez.