Efe|GUIMARAES
Fernando Torres, delantero del Atlético de Madrid que apareció ayer con una imagen diferente, con el pelo al uno, aseguró que España, que necesita un empate el domingo contra Portugal, «tiene que estar en los cuartos de final» de la Eurocopa 2004.

Torres explicó que su cambio de «look» no se debe a nada especial. Llegó a Portugal con el pelo largo y mechas rubias y ahora presenta un rapado tremendo. «Me apeteció, no es por nada en especial, se me ocurrió de repente y se lo dije a Juanito, el «peluquero» de la selección», explicó el madrileño, quien se sometió a las habilidades con la maquinilla del defensa del Betis, quien también presenta una cabeza rapada, aunque no tanto como Raúl Bravo, que es el único que lleva el corte al cero.

Al margen del anecdótico motivo estético, Torres puede convertirse en una de las novedades de España frente a Portugal, selección precisamente ante la que debutó como internacional absoluto en septiembre del pasado año, aunque se tuvo que retirar antes del descanso tras recibir varias entradas fuertes. «Aquel partido lo jugaron dos centrales e igual este lo hacen otros dos. Cada uno tiene su forma de jugar y lo que no creo es que nadie vaya a hacer daño. Nos tendrán mucho respeto por aquello y por lo que se ha visto aquí», consideró.

«Estoy preparado para jugar, igual que todos mis compañeros, lo importante es que sea el equipo el que gane, no que uno juegue. Los que estamos teniendo menos minutos estamos igual de metidos que los demás», dijo el atlético, quien opinó que España debe continuar de la misma forma porque «las cosas van muy bien como para cambiar».

«Ellos tienen muchas ilusiones puestas en la Eurocopa y pondrán las cosas complicadas, pero a nosotros nos vale el empate y debemos hacer nuestro juego para conseguir la clasificación», añadió. Torres está muy tranquilo y al margen de los comentarios y las sensaciones del entorno tras el empate ante Grecia. «Lo que sí se ve es que cuando las cosas se ponen más difíciles es que el grupo está más unido. Sabemos que tenemos que darlo todo para no perder, porque sería un fracaso», admitió.