El partido que el próximo domingo disputarán la selecciones de
España y el anfitrión Portugal, último de la primera fase de la
Eurocopa en el grupo A, se ha convertido en enfrentamiento de
«octavos de final», en el que quien pierda habrá dicho adiós a la
competición, aunque a España le quedaría un resquicio de esperanza
en función de lo que haga Grecia contra Rusia. Las cosas se han
complicado en el grupo A y, salvo Rusia, ya eliminada, las otras
tres selecciones han echado mano de la calculadora para valorar sus
posibilidades de estar en los cuartos de final. Para España una
cosa está clara: necesita, al menos, un empate ante Portugal en el
estadio Alvalade de Lisboa para colocarse en la siguiente
ronda.
En ese supuesto, los de Iñaki Sáez concluirían la primera fase
con cinco puntos y Portugal con cuatro 4, por lo que los agraciados
serían España y Grecia, pues los griegos, aún perdiendo con Rusia
pasarían por haber ganado su enfrentamiento directo con Portugal.
Si España cae derrotada, sólo permanecería en la Eurocopa en el
supuesto de que Grecia también cayese derrotada por un gol más que
los españoles. En caso contrario, tendría que hacer las maletas. A
priori, el que mejor lo tiene es Grecia, a quien le basta un empate
para estar, contra pronóstico, en los cuartos de final. Portugal
necesita una victoria para pasar sin estar pendiente del resultado
de Grecia, y España hará lo mismo si hace tablas con los
anfitriones.
La resultados habidos en el grupo han provocado que el
enfrentamiento entre españoles y portugueses del próximo domingo se
haya convertido, prácticamente, en una eliminatoria de octavos de
final. Pese a la dificultad, los componentes de la selección
española mantienen intactas la ilusiones de estar en los cuartos de
final de la Eurocopa, pese a tener que jugarse el pase el domingo
frente al conjunto anfitrión, Portugal. Rubén Baraja,
centrocampista del Valencia, manifestó que no entiende «el entorno
de pesimismo que se está creando» alrededor de la selección tras el
empate contra Grecia (1-1). «Sigo teniendo las mismas buenas
sensaciones que antes del partido», aseguró el medio vallisoletano,
que se refirió a que España depende de sí misma para clasificarse
para los cuartos de final de la Eurocopa, puesto que con un empate
ante Portugal le vale. «Llevamos cuatro puntos de seis jugados y
las ilusiones siguen intactas. Esta mañana -por ayer- he visto a
todo el mundo con mucha ilusión y el grupo tiene ganas de hacer lo
que haga falta», señaló tras el entrenamiento de ayer el futbolista
del Valencia.
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