T oniet Barbé, nombre y 'apellido' con el que se conoce a este músico autodidacta de Santa Gertrudis no sabría vivir sin su batería. «Llevo veinte años en el mundo de la música», destaca al recordar su paso por el ya desaparecido grupo de folk ibicenco Crist Marins y su temporada con Palentino y Javier Adán con los que consiguió un premio de cançó catalana. «También trabajé unos quince años con Foc i Fum haciendo percusiones, títeres y un poco de clown», añade este autodidacta de la batería y la música en general que ahora se dedica a aconsejar y orientar a nuevos grupos musicales de Eivissa. «Ahora muevo grupos pero no soy el manager de nadie. Les hecho una mano a la hora de los ensayos y les busco sitios en los que puedan realizar actuaciones en directo», comenta antes de señalar la ausencia de locales de música en vivo en Eivissa. «Es un gran problema para la mayoría de los grupos porque ensayan pero apenas tienen oportunidades para mostrar lo que hacen en público», agrega Toniet.

Su vivienda incluye una construcción adyacente en la que se ubica el local de ensayos insonorizado y lo que hasta hace unos meses era el estudio de grabación Tauros. «Ahora ya no resulta rentable el estudio porque cualquier grupo con un programa y un ordenador puede hacer su propia grabación, por eso he decidido deshacerme de él», dice mientras explica que en sus instalaciones se han hecho un centenar de grabaciones de unos ochenta grupos entre los que figura Statuas.d.Sal, Iván Domenech, Desperfectos o Viento Saharaui.

Actualmente Els Nervis, Omus, Drinker Beers y Wenceslao and Family son los cuatro grupos que ensayan con asiduidad en el local de Toniet Barbé, quien se siente 'padre' de todos ellos.

Eva Estévez
El nuevo trabajo de Statuas.d.Sal, «Fácil», ha sido el último disco que se ha grabado en el Estudio Tauros. Tras este trabajo 'Toniet' decidió deshacerse de los aparatos de su estudio. «Los Statuas han sido los últimos en grabar», explicó este mecenas a su manera de los grupos locales de rock. «A veces les cobro algo pero siempre es simbólico porque muchos de los componentes son muy jóvenes y no tienen ni para cuerdas», revela el músico que siempre ha apostado por la música en vivo. «Ahora me dedico más al seguimiento de estos grupos y a las tareas del campo», confesó este autodidacta de la batería.