Efe|NUEVA YORK
El duelo belga de la gran final femenina del Abierto de Estados Unidos dejó a Justine Henin-Hardenne, segunda favorita, como la nueva campeona al vencer por 7-5 y 6-1 a su compatriota Kim Clijsters, que salió como la primera cabeza de serie y número uno del mundo.

Después de la heroica remontada del viernes por la noche en las semifinales frente a la estadounidense Jennifer Capriati, cuando superó un 2-5 adverso en el tercer set, que la llevó al borde de las deshidratación, Henin-Hardenne, de 21 años, dio otra demostración de poder físico y recuperación para dejar claro en la pista Arthur Ashe que era la nueva reina del Abierto.

Sin las hermanas Serena y Venus Williams, ambas lesionadas y las grandes ausentes, el duelo belga de la primera final femenina del Abierto desde 1988 sin una jugadora estadounidense, Henin-Hardenne fue la gran estrella.

Henin-Hardenne, que comenzó el partido con una ventaja de 3-0 y 4-1 para luego dejarse empatar a 5-5, volvió a jugar su mejor tenis con el revés demoledor y voleas sobre la red que le permitieron asegurarse la primera manga (7-5).

La segunda fue todo un paseo para Henin-Hardenne, que se olvidó de las tres horas y tres minutos del partido contra Jennifer Capriati, para en sólo una hora y 21 minutos lograr su segundo título de Grand Slam este año, después de haber ganado en Roland Garros.

Las estadísticas del partido no dejaron ninguna duda del dominio de Henin-Hardenne, que se quedó con sólo 20 errores no forzados, mientras que Klijsters, de 20 años, y número uno del mundo, con 16 títulos individuales ganados como profesional, siguió sin tener uno de Grand Slam, aunque sí se llevó un premio de 500.000 dólares. El botín de Henin-Hardenne fue superior, ya que se llevó un premio de un millón de dólares.

Justine Henin-Hardene dijo que todavía no se podía creer que había ganado y era la nueva campeona. «Ha sido un torneo muy especial por todo lo que ha sucedido, pero especialmente porque he jugado un gran tenis y he luchado hasta el final en cada partido», declaró Henin-Hardenne, que en la presentación de la entrega del premio del cheque de un millón de dólares, le confundieron su nombre con el de Christin.

Henin-Hardenne, de 21 años, que empató a 8-8 los enfrentamientos con Clijsters, impuso desde el primer momento su tenis más consistente con un revés potente, efectividad en el saque y subidas a la red para colocar la volea. «La verdad es que después del partido contra Capriati mi situación no era la más favorable porque me fui a la cama a las cuatro de la mañana, dormí hasta la ocho, no podía quitar de mi mente el hecho de jugar la final, pero mi recuperación fue completa», declaró Henin-Hardenne.

La nueva campeona del Abierto, que también ganó el título en Roland Garros, reconoció que todo el equipo médico del torneo y los fisioterapeutas hicieron un gran trabajo. «Cuando me vi de nuevo en la pista y la manera en la que reaccioné pensé que tenía posibilidades de al menos jugar el partido, luego lo de ganarlo fue otra historia», explicó Henin-Hardenne, que a pesar de tener dos títulos de Grand Slam sigue sin ser la número uno del mundo.

Henin-Hardenne, que felicitó a Clijsters por su gran deportividad y comportamiento en la pista, reiteró que su objetivo es llegar a ser la número uno del mundo, pero que no tiene prisa en conseguirlo. «Creo que con este triunfo he dado un paso importante, pero tengo que seguir trabajando duro para mejorar todavía en muchos aspectos de mi juego», agregó la nueva campeona del Abierto.

Por su parte, Kim Clijsters aseguró que «jugué un gran tenis durante los partidos anteriores, pero frente a Justine hice el peor del torneo, aunque reconozco que mi rival se mereció la victoria», declaró Clijsters, que sigue sin conseguir un título de Grand Slam después de haber logrado 16 como profesional.

La tenista belga afirmó que «comencé muy mal el partido y aunque luego reaccioné para empatar a 5-5 el marcador, no tuve la consistencia suficiente para mantener la misma línea de juego que hubiese sido necesario si quería ganar a Henin-Hardenne», destacó Clijsters.

Mientras, se estaba haciendo la presentación de la entrega de premios y trofeos, los aficionados varias veces gritaron el nombre de «Williams», las grandes ausentes del torneo.