Fernando Niño intenta controlar el balón ante la oposición de Javi Moreno. Foto: Alfaqui.

2 ATLETICO DE MADRID: Esteban; Contra, Hibic, Coloccini, Sergi; José Mari (Dani, min.50), Movilla, Albertini, Luis García (Jorge, min. 63); Fernando Torres (Correa, min. 75) y Javi Moreno.
1 MALLORCA: Leo Franco; Cortés, Lussenhoff, Niño, Miquel Soler; Marcos, Lozano, Ibagaza (Campano, min.77), Novo (Carlos, min.83); Etoo y Pandiani.
GOLES:
1-0, min. 15, Movilla.
1-1, min. 21, Alvaro Novo.
2-1, min.60, Luis García.
ARBITRO: Iturralde González (C. Vasco). Amonestó a los locales Albertini (min.55), Correa (min.89) y a los visitantes Lussenhoff (min.15), Pandiani (min.31), Cortés (min.37), Marcos (min.44), Fernando Niño (min.77). Expulsado por roja directa Harold Lozano (min.34).

ESTADIO: Vicente Calderón. 43.000 espectadores.

XISCO CRUZ - MADRID
Hastiados de repetir una y otra vez que este torneo es uno de los más igualados del planeta, cansados de masticar los conceptos de equilibrio y paridad, el Mallorca sigue insistiendo en conceder siempre un jugador más. Nunca sabe uno cuando va a llegar el momento, el de la expulsión, el de la heroicidad, el de la irritación. Ayer fue Lozano, pero el catálogo de expulsiones esta temporada es muy variado. El equipo de Manzano se volvió a quedar huérfano cuando mejor pinta tenía, cuando Ibagaza se había enganchado al partido y cuando la volea de Novo había amedrentado al Atlético. En inferioridad y confiados a la velocidad de Etoo, el grupo balear no pudo frenar su caída libre y perdió en el Vicente Calderón (2-1).

El partido fue histérico desde el principio. Aragonés había diseñado un centro del campo con dos puñales por las bandas y el Mallorca se vio obligado a retroceder cada vez que José Mari y Luis García, dos delanteros reconvertidos a lanzadores, tiraban una carrera. Por las orillas generó el Atlético un buen manojo de ocasiones en el arranque, desde un latigazo de Fernando Torres que repelió Leo Franco (minuto 5) hasta un escorzo de Javi Moreno que se estrelló en la madera (minuto 12).

Era un monólogo rojiblanco, porque Albertini tenía el gobierno del encuentro y porque el grupo de Manzano se sentía agobiado. Fue entonces, en plena convulsión local, cuando el choque subió todavía a más revoluciones; primero Movilla acertó a conectar un rechace de puños de Leo Franco y adelantó a los rojiblancos (minuto 14) y apenas sin tiempo para darle la vuelta a la hoja, Novo dibujó un remate perfecto que acuñó el empate (minuto 20).

El partido estaba desmadejado, deshilachado, porque había aparecido Ibagaza y porque el goteo de oportunidades era incesante; ahora un tiro de Etoo, luego un zurdazo de Luis García, que si una zancada de David Cortés. Por aquel entonces, Iturralde ya era protagonista, porque había dejado de señalar un penalti sobre Marcos -en la jugada que originó el primer gol rojillo- y porque su facilidad para mostrar cartulinas a los isleños era extraordinaria.

El colegiado vasco no dudó en expulsar a Lozano tras una dura entrada a Torres (minuto 33) y dejó al Mallorca en inferioridad en un episodio que se ha repetido en numerosas ocasiones este año. Marcos, que había empezado por la izquierda, se tiró al centro e Ibagaza tapó el flanco izquierdo. La cita se dio una tregua y languideció hasta que «el niño» sacó un testarazo a poco del descanso.

Obligado a dar un paso atrás por la inferioridad, el Mallorca estuvo a merced del Atlético en el segundo tiempo y los de Aragonés apenas tardaron en darle el golpe de gracia al partido. Luis García empujó a la red una entrega de Moreno y firmó el finiquito de los bermellones. Sólo los desmarques del incansable Etoo obligaron a la zaga local a jugar con el retrovisor, pero todo fue estéril.

Todo hacía pensar que la baja de Albert Riera la resolvería Gregorio Manzano desplazando a Ariel Ibagaza a la banda izquierda y ubicando a Marcos junto a Harold Lozano en el centro del campo ejerciendo de doble pivote, pero el técnico de Jaén optó por enganchar al mallorquín a la banda. Marcos intentó sellar el flanco ante las acometidas de José Mari y Contra, hasta que llegó la expulsión del colombiano. Fue entonces cuando Manzano desplazó a Ibagaza a la banda y metió a Marcos en el círculo central para tratar de acabar con la hemorragia de juego del Atlético.