El holandés aventajó en un minuto y 22 segundos al segundo
clasificado, el abulense Carlos Sastre, que llegó en compañía del
líder de la prueba, el estadounidense Lance Armstrong. El ciclismo
español repetía posición en La Plagne después de los segundos
puestos conseguidos por Anselmo Fuerte e Indurain en el 88 y 95
respectivamente. La etapa no respondió a las expectativas que había
levantado la considerada reina de las que se disputaban entre los
Alpes y las diferencias establecidas en las primeras posiciones de
la clasificación general hizo sacar a relucir el espíritu
conformista de los distintos ciclistas.
Así, y en una jornada donde se pasaron tres altos míticos en la
historia del ciclismo como Galibier, Madeleine hasta llegar a La
Plagne, donde se encontraba la línea de meta, tan sólo en las
estribaciones del primero y en los últimos kilómetros se vivieron
novedades entre los hombres fuertes. En los primeros compases de la
jornada, en la subida del Galibier, donde los ciclistas que
luchaban por mejorar su clasificación e incluso por entrar en el
podio estuvieron presentes en las primeras escapadas. En estas
figuraban nombres como Nozal, Sevilla, Botero o el omnipresente
Laurent Jalabert.
Sin embargo, y después del trabajo de la práctica totalidad del
equipo US Postal las principales amenzas serían reintegradas al
gran grupo lo que el protagonismo recaería en ciclistas con escasas
opciones en la General y de lo que se aprovecharía el propio
Boogerd. El holandés atacaría al resto de sus compañeros de
escapada cuando se iniciaba la subida a La Madeleine y comenzaría a
abrir un camino hacia la victoria en parte beneficiado por el
beneplácito del equipo US Postal, que de esta forma agradecía
pasados favores del conjunto neerlandés.
En la ascensión final a La Plagne la emoción volvería a una
etapa que parecía anunciar su resultado con anterioridad. Sin
embargo, el abulene Carlos Sastre sería el encargado de romper las
hostilidades. En el grupo de favoritos poco a poco se quedaban los
hombres, que ya habían mostrado sus debilidades en días anteriores
como Igor González de Galdeano o Santiago Botero, mientras que
Oscar Sevilla había abandonado la prueba en la Madeleine víctima de
la enfermedad renal que arrastró en las últimas jornadas.
Tras el ataque del hombre del CSC Tiscali la jornada recobraba
parte de su emoción en la resolución del vencedor. El abulense
comenzaba contra el reloj y contra el propio Boogerd una lucha, que
finalmente se decantaría a favor del ciclista neerlandés, que contó
con las fuerzas necesarias en los kilómetros finales, y de esta
forma se apuntó su segunda victoria en la ronda gala después de la
lograda en el 96. Por su parte, Sastre llegó acompañado de Lance
Armstrong. El estadounidense repitió una táctica ya conocida en la
presente edición del Tour y después del trabajo realizado por
Chechu Rubiera y Roberto Heras lanzó un ataque que no encontró la
respuestas de unos rivales rendidos a la evidencia.
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