Entre los cientos de banderas alemanas podían verse carteles con
las frases «Kahn es nuestro héroe», «Campeón de corazones» y «Rudi,
presidente», entre otras. Muchos asistentes portaban además caretas
con el rostro de Voeller o pelucas emulando la melena blanca del
seleccionador germano. El entusiasmo de los alemanes por las
celebraciones futbolísticas, una de las pocas ocasiones en las que
Alemania muestra sin complejos su patriotismo, fue aprovechado por
algunos, como los vendedores de banderas.
Los miles de asistentes, algunos de los cuales habían llegado
más de cinco horas antes, no pararon en ningún momento de cantar y
corear los nombres de los jugadores, sobre todo el de Voeller y el
de Oliver Kahn, capitán y portero de la selección y cuyo error en
el partido de ayer propició la victoria de Brasil.
Hacia las 17.45 horas GMT, Kahn fue el primero en aparecer ante
el público, que coreaba la canción «We are the champions» (somos
los campeones) de la banda británica Queen.
Kahn llevaba vendados dos dedos de su mano derecha debido a un
pisotón involuntario del brasileño Gilverto Silva, una lesión que,
según ha apuntado la prensa alemana, pudo ser la responsable del
fallo del alemán en el partido del domingo.
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