Luis Miguel Pascual INCHEON
Francia apuesta por la baza de Zinedine Zidane para resolver el desafío que tienen que afrontar hoy martes contra Dinamarca, que se ha puesto la piel de cordero y no quiere pensar que es el favorito.

En la expedición francesa ponen todas las precauciones a la recuperación de Zidane y afirman, por boca del seleccionador, Roger Lemerre, que no estará si no es en plenas facultades físicas. Pero la forma en la que el número 10 chuta con la pierna izquierda llenan de interrogaciones su rendimiento en la pista. Francia prefiere a un Zidane en el campo, aunque no esté en plenitud de forma, que un equipo sin él.

Es la última oportunidad de los campeones del mundo, que deben ganar por una ventaja de dos goles para garantizarse el paso a octavos. Y aunque parece que recuperan a Zidane, deberán solventar las bajas del lesionado Frank Leboeuf y de los sancionados Emmanuel Petit y Thierry Henry.

Todo apunta a que en la defensa Lilian Thuram ocupará plaza junto a Marcel Desailly y Vincent Candela jugará en la banda, lo que retrasará el debut de Philippe Christanval en el Mundial. En el centro del campo, el elegido será Claude Makelele, que disputará su primer partido mundialista, y en el puesto de Henry entrará Christophe Dugarry.

Frente a ellos, el capitán Marcel Desailly aseguró que esperan un equipo defensivo «once jugadores cerrados en su campo», una versión que los daneses niegan y cuyo seleccionador coloca a Francia como «favorita del grupo A», pero que no renunciará al ataque.