Muehlegg cubrió los durísimos 50 kilómetros en un tiempo de dos
horas, cinco minutos y 27.2 segundos y subió a lo más alto del
podio de forma más que merecida, tras exhibirse, venciendo con casi
dos minutos de ventaja sobre el alemán Rene Sommerfeld, segundo,
por delante del ruso Sergei Krianin, que capturó el bronce.
Muehlegg logró de esta forma el mejor resultado de toda la
historia del deporte invernal español desde que Paco Fernández
Ochoa se convirtiese en campeón olímpico de esquí alpino en los
Juepos de Sapporo'72 (Japón), en los que ganó el eslalon. De origen
alemán y nacionalizado en 1999, el esquiador de Marktoberdorf se
adjudicó el oro en una de las pruebas más duras que se recuerdan en
los últimos veinte años "debido a las bajísimas temperaturas,
inferiores a los quince grados bajo cero", quizá la más dura desde
los 50 kilómetros que se disputaron en los Juegos Olímpicos de
Lillehammer'94 (Noruega).
Muehlegg, que ya había logrado el pasado sábado la medalla de
plata en persecución (Gundersen) "que combinó 10 kilómetros, estilo
clásico (los esquís se deslizan en paralelo) con otros 10, en
estilo libre (patinador)", dio ayer un nuevo paso y capturó el más
preciado de los metales tras dominar prácticamente de principio a
fin la «prueba-tortura» de Lahti.
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