En un partido dominado más por los errores que por los aciertos
de ambas jugadoras, Williams sumó su vigésima sexta victoria
consecutiva y tercera frente a Davenport en una final esta
temporada.
El encuentro comenzó con el dominio arrollador de Lindsay
Davenport, que en poco más de 20 minutos ya había obtenido una
ventaja de 4-1. Pero ése fue el inicio del «vendaval Williams», ya
que la mayor de las hermanas más famosas del tenis mundial
encarriló seis juegos consecutivos que le dieron el triunfo en la
primera manga (6-4) y el primero del segundo set para colocarse
1-0.
Davenport cayó en una espiral de errores y nervios al comprobar
cómo se había esfumado su diferencia inicial que le llevaron a
entregar el primer set a su rival después de 42 minutos de
juego.
Venus aprovechó su racha triunfadora y se anotó el primer juego
en blanco. En ese momento apareció una tímida reacción de la que
fuera campeona del Abierto en 1998. El segundo set se convirtió en
un intercambio de 'breaks' y, sobre todo, de oportunidades perdidas
para Davenport, que llegó a desaprovechar 20 ocasiones de romper el
servicio de Williams.
Davenport dispuso aún de varias oportunidades pero Venus
Williams tenía muy claro que su sueño de conquistar el Abierto de
Estados Unidos estaba demasiado cerca como para dejarlo
escapar.
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