EFE - ZARAGOZA
Todos los equipos, excepción hecha del ONCE, aprovechó las primeras horas del miércoles para realizar el traslado desde Andorra hasta Zaragoza, empleando los últimos kilómetros del desplazamiento en desentumecer músculos. En el caso del ONCE Deutsche Bank su planteamiento se entiende a la perfección, pues uno de sus corredores sufrió un grave y estúpido accidente que, tras ser atendido en primera instancia en la Seo de Urgel, obligó a su traslado a Zaragoza para ser intervenido quirúrgicamente.

Por las carreteras que unen Lérida con Zaragoza se pudo ver a los corredores de los distintos equipos rodando con tranquilidad para no perder el ritmo de la competición y así, ciclistas del Kelme Costa Blanca, Fassa Bortolo y prácticamente todos ellos realizaron ese trayecto sobre la bicicleta. Fueron un centenar de kilómetros antes de llegar a sus alojamientos en la capital maña, en donde emplearon el resto del día en los conocidos masajes y el descanso, aunque para muchos la circunstancia de que hubiese una jornada de descanso, con una etapa tan corta y a priori intrascendente como la de hoy y luego un nuevo día de relax, no estaba muy clara y tampoco tenía una explicación demasiado lógica.

Pero lo que hasta el momento queda claro de la competición es que ésta no tiene un líder claro, las opciones están todavía muy abiertas, pero existe un denominador común y es que los máximos protagonistas de esta quincuagésimo quinta edición de la Vuelta a España están siendo, precisamente, los corredores españoles.

Ahora es Àngel Casero el líder, que supo estar a la altura de las circunstancias en la subida de Ordino-Arcalís y sacó provecho de tal situación, aunque muy cerca de él están tanto Roberto Heras como Igor González de Galdeano y salvo sorpresas de último momento, en forma de retirada, también tienen su posibilidad de hacerse oír corredores de la talla del alemán Jan Ullrich, el ruso Pavel Tonkov o el español Abraham Olano.