Además, las declaraciones de Armstrong después de Hautacam no
dejaron lugar a la duda. El norteamericano no cesó de manifestar
que se encuentra pletórico y lo ha vuelto a afirmar en el día de
descanso para los ciclistas. La jornada de asueto se empleó, como
todos los años, para suaves entrenamientos y para cargar las pilas
para lo que resta por recorrer. Once, Banesto y Kelme, los tres
equipos españoles en el Tour realizaron el traslado a Carpentras
desde Revel durante la mañana. Los ciclistas de los tres conjuntos
pedalearon durante dos horas antes de llegar a los hoteles para
almorzar.
Banesto, que viajó en autobús hasta las inmediaciones de Nimes,
punto en el que los corredores se montaron en bicicleta para
concluir lo que restaba de trayecto (unos 70 kilómetros), sigue
confiando en Alex Zuelle para lograr un puesto de podio en París.
Eusebio Unzue, director deportivo del equipo, declaró a Efe que la
victoria final de Armstrong es un hecho casi asumido y que quedan
en disputa los otros dos lugares de honor. Unzue confía en que
Zuelle responda en las jornadas de montaña de los Alpes, aunque
señaló que no descarta las bazas de José María Jiménez o Francisco
Mancebo. Vicente Belda, director de Kelme, comentó que su equipo ya
ha cumplido en este Tour con lo realizado en la primera parte de la
competición y aseguró que en la segunda no serán tan agresivos
porque el objetivo primordial sigue siendo llevar a París a
Escartín o Heras con posibilidades de podio.
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