La directiva de la Peña quiere emprender todo tipo de acciones, en protesta por lo que consideran una injusticia. Foto: GERMÁN G. LAMA.

Las aguas bajan más turbulentas que nunca en Santa Eulària tras los últimos acontecimientos sucedidos que afectan gravemente a la Peña Deportiva, según el criterio de sus dirigentes.

El Comité de Disciplina Deportiva decidió el pasado jueves la clausura cautelar del campo de la Peña Deportiva por «incidentes graves con los espectadores, siendo reincidentes». Fuentes del Comité aseguraron ayer que en el anexo elaborado por Garza Maisanava, colegiado del encuentro al que se hace referencia, el Peña-Cardessar, se especifica que hubo «agresión al árbitro y liniers». El Comité ha decidido también suspender cautelarmente a Pedro Galán, segundo entrenador de la Peña según el acta arbitral "es el del Cardessar", y a Francisco Bermudo, encargado de material, además de sancionar con un partido a Iván y Toño "expulsado con roja directa ". El club afirma desconocer quién es Galán, al que hace referencia el acta. La sanción refererida es supuestamente para Toni Ortiz. Estas resoluciones vienen precedidas por una sanción a Jorge de cinco partidos y una multa al club de 30.000 pesetas, hace dos semanas.

Todos estas resoluciones han hecho decidir a la directiva de la Peña que debe tomar medidas drásticas ante lo que consideran una injusticia. José Ramon Marí, presidente de la entidad, aseguró ayer que el club va a denunciar por vía ordinaria al árbitro del polémico encuentro «por injurias, daños y perjuicios». «Lo que dice son mentiras», asegura Ramon Marí, que esperará hasta saber las resoluciones de los recursos que presentará el club, antes de emprender acciones. «Pediremos que se nos respete la clasificación que ocupamos en este lugar, cuartos, y el derecho a jugar el play off», anuncia con contundencia el directivo.