Johnson supera a Carl Lewis

La triunfal vuelta a la pista del «Expreso de Waco» puso un remate de altos vuelos a los VII Campeonatos del Mundo de atletismo, el último gran acontecimiento deportivo del milenio, que se disputó en el estadio sevillano de La Cartuja.

Rusia ganó el relevo largo en una vibrante posta final de Natalya Nazarova, que resistió el acoso de Jearl Miles-Clark. Estados Unidos había de resignarse al segundo puesto, por delante de Alemania. El danés Wilson Kipketer, plusmarquista mundial de 800, hubo de arrojarse sobre la línea de meta y rodar por el suelo para arrebatarle por dos centésimas el oro a Hezekiel Sepeng. Un registro ganador de 1'43''30 adornó su tercer título. Kipketer tardó en responder al ataque de Sepeng a 300 metros de la llegada y sólo pudo alcanzarle en plena recta de meta. El argelino Djabir Said-Guerni cortó al cubano Norberto Téllez, subcampeón mundial hace dos años, el camino del podio.

La rusa Svetlana Masterkova se colgó el oro con un furioso ataque en la recta final que la condujo a la victoria en 3'59''53, su mejor registro del año en 1.500. Jacobs fue otra vez segunda, como en Atenas, y la etíope Kutre Dulecha logró el tercer puesto. Song-Ok Jong, de 25 años, dio a Corea del Norte la primera medalla en un mundial al inclinar a su favor, con un ataque en el último kilómetro, el duelo que sostuvo en el tramo final del maratón con la japonesa Ari Ichihashi. El relevo corto coronó a Estados Unidos, con Maurice Greene en la última posta (era su tercer oro), y a Bahamas. Aki Parviainen se llevó a Finlandia el título más preciado en su país, el de jabalina, con un lanzamiento de 89'52 metros en su quinto intento que relegó al segundo puesto al griego Kostas Gatsioudis, líder desde su primer tiro, de 89'18 metros. El checo Jan Zelezny, plusmarquista mundial, ganó un modesto bronce.