Paula Echevarría

Paula Echevarría ya estuvo casada con Bustamante. | Redacción 20M

RedacciónPalma24/01/25 4:00
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Paula Echevarría y Miguel Torres son una de las parejas más aclamadas dentro del panorama nacional. La actriz y el exfutbolista llevan juntos desde 2018 y tienen un hijo en común, Miki Jr., pero a la hora darse el «sí, quiero», se muestran algo reticentes. La pareja se ha pronunciado sobre ello en una presentación donde, además, la intérprete reapareció públicamente tras haber estado un tiempo alejada de los focos.

Durante el evento, Miguel Torres fue preguntado por los medios de comunicación presentes sobre el tema. «Tener un hijo ya es la mayor unión, los dos ya pasamos por eso y damos la importancia justa al matrimonio», comienza el exjugador del Real Madrid con su respuesta.

El comentarista deportivo asegura que ambos ya han pasado por la experiencia de casarse y de divorciarse, por lo que considera que no es «necesario» el hecho de que volver a pasar por el altar. «La mayor muestra de lealtad en una pareja es tener un niño, y para mí ese es el mejor de los deseos», insiste, a la vez que considera que «un papel o una firma» nos les «va a llevar a un punto diferente».

Aun así, Miguel Torres le deja un mensaje a Paula Echevarría en referencia a la petición de compromiso: «Me haría gracia poder trasladar a Paula el experimentar lo que significa pedirlo. Uno se tiene que preparar también para el momento y sorprender a la pareja y bueno, a mí nunca me han sorprendido pidiéndomelo».

Sobre estas palabras, Paula Echevarría expuso su opinión. También durante el photocall, la actriz se paró con la prensa y aprovechó para responder a su pareja. «Pues que espere sentado, y esto no es ni machismo ni feminismo ni nada, es que espere sentado. Es una excusa perfecta, él me pasa la bola y yo se la paso, ya está ahí, hasta que tengamos 80 años», alega.

Para ella, «la boda es un fiestón», y por ello asegura que pueden hacer esta fiesta en su casa cualquier día. «Los dos estamos bien como estamos. Si estamos bien así, ¿para qué andar meneando?», concluye.