Tras seis meses desaparecida del ojo público, este sábado Kate ha protagonizado la reaparición más esperada. La princesa de Gales acudía al anual desfile militar Trouping the colour, en Londres, que celebra el aniversario del rey Carlos III. Su regreso se ha dado en medio de grandes interrogantes y preocupación por su estado de salud -recordemos que ha estado recibiendo quimioterapia y tratándose del cáncer que anunció que sufría en marzo.
Desde el anuncio de su enfermedad, la popularidad y el interés por Kate Middleton se ha acrecentado casi como nunca, dando fe del gran cariño que se le tiene a esta figura de la familia real británica. Muestra de ello es que las primeras imágenes de Kate, junto al príncipe Guillermo y sus tres hijos en el carruaje, rumbo al desfile, dieron la vuelta al mundo desde el primer minuto. Durante todo el evento pudimos ver a una Kate radiante, aunque visiblemente más delgada, con su habitual sonrisa y muy pendiente en todo momento de los tres niños, con los que estuvo riendo y en contacto a lo largo de la celebración.
Desde Buckingham remarcan que su reaparición se trata de eso, una reaparición, pero que no significa su regreso a la vida pública, sino un acercamiento puntual a ella, a la espera de su recuperación completa, para la que aún quedan, como mínimo, algunos meses por delante. Eso sí, según confirmó el viernes en un comunicado la propia princesa de Gales, se espera su participación en otros eventos a lo largo del verano, pero solo de forma ocasional: «Estoy progresando bien, pero, como cualquiera que esté pasando por quimioterapia sabe, hay días buenos y días malos. Mi tratamiento continúa y lo hará por unos meses más. Espero poder participar en algunos compromisos públicos durante el verano, aunque también sé que aún no estoy fuera de peligro. Estoy aprendiendo a ser paciente. Tomando cada día como viene, escuchando a mi cuerpo y permitiéndome tomar este tiempo tan necesario para sanar».
El ¿esperanzador? mensaje tras el look blanco de Kate
Para tan esperada reaparición, Kate optó por un vestido blanco de cuello a caja con ribetes y detalles en negro. El traje, de corte midi y entallado a la cintura para resaltar la figura, destaca por su lazada en el hombro derecho, que le confiere un toque romántico. La prensa británica y especializada ha aplaudido el look escogido por Kate y muchos coinciden en interpretar el look predominantemente blanco como una señal de esperanza. El blanco, señalan los expertos en moda, representa el optimismo, ¿un mensaje que nos quiere trasladar Kate?
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