El encuentro se ha producido este lunes, cuando el príncipe de Gales ha tomado el relevo en el cargo de Coronel en Jefe del Cuerpo Aéreo del Ejército. Se trata de una ceremonia simbólica, pero con mucha carga emocional, dado los tiempos que corren para la familia real británica. Y es que precisamente este fue el regimiento en el que participó el príncipe Enrique durante su época en el ejército y con el que estuvo en Afganistán.
Durante el acto, en un momento distendido con miembros del cuerpo y sus familiares, el veterano del ejército británico Aaron Mapplebeck ha compartido con el monarca su experiencia personal con el cáncer. Le ha comentado que uno de los efectos que había detectado él era la pérdida del gusto, algo que también ha confesado sufrir el rey de Inglaterra a su interlocutor, en concreto, desde febrero, cuando comenzó el nuevo tratamiento del que aún se desconoce su fecha de finalización.
Aunque pueda parecer un detalle insignificante, no es nada habitual que el monarca haga público ningún aspecto relacionado con su salud, más allá de dar a conocer su enfermedad y aspectos importantes, siempre por vías oficiales. Además, para más inri, ha sido la primera vez que padre e hijo han compartido un acto público y se han dejado ver juntos en casi seis meses. Su última comparecencia conjunta fue en Navidad, apenas unas semanas antes de conocerse el delicado estado de salud de otro miembro de la familia real. Kate Middleton, mujer de Guillermo, fue diagnosticada también de cáncer y se encuentra, como su suegro, apartada de la agenda pública.
Por el momento, pese a que escasean las informaciones detalladas al respecto de la salud de Carlos III, todo indica que evoluciona de forma favorable. De hecho, el que haya podido retomar su agenda de deberes públicos ha sido visto como un progreso.
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