Imagen tomada por los vecinos de suciedad tras un botellón.

Un grupo de vecinos de Sant Rafel ha querido hacer públicas sus quejas por la música proveniente de una de las discotecas de la zona, el ruido de los parkings de estos locales «que no son capaces de absorber la totalidad de los coches que acuden», lo que provoca que se aparque a ambos lados de la carretera»; los botellones que se organizan frente a sus casas, y la suciedad que provocan, no sólo por los restos de la fiesta sino también porque la gente que orina en las paredes de sus viviendas.
Este grupo de vecinos, que no han querido desvelar sus identidades, aseguran que están «hartos» porque son problemas que se repiten desde hace años, y critican que el Consistorio los «minimiza o niega y por eso no se solucionan». «No se actúa de oficio y llamar a la policía no sirve de nada», se quejan y afirman que algunos particulares tienen que limpiar «los restos de botellón que quedan delante de sus casa o terrenos, por vergüenza».
Asimismo, este grupo de vecinos informó que los clubbers «cruzan la carretera por encima de la mediana, lo que provoca situaciones constantes de peligro».
Según matizan, si bien «no se puede limitar la culpa a los locales de ocio ni al Ayuntamiento porque el comportamiento incívico de la gente es lo más importante» insisten en que «se tendría que buscar la manera de combinar ocio respeto y descanso haciendo cumplir las ordenanzas de música, ruido y botellón, por ejemplo».
«Somos conscientes del tipo de turismo que hay, pero seguro que se puede hacer mucho más», destacan los vecinos en su escrito y recuerdan que «es tarea del Ayuntamiento». Aún así, consideran que al Consistorio «este tema se les ha ido de las manos en todo el municipio».