Heinemann: «Tengo la satisfacción de haber movido algo en Eivissa»

Un festival que si bien ha pasado por alguna que otra dificultad económica, el balance que hace su promotor y director Armin Heinemann, durante los ensayos de su próxima función, es muy positivo. «Cuando comenzamos hace diez años la mayoría del público que llenaba la sala era de origen extranjero, sin embargo hoy en día viene a ver la ópera gente que fundamentalmente es de Eivissa». Eso para el escenógrafo, «parece sencillo, pero no lo es porque el público ibicenco no estaba preparado para ir a la ópera y cada vez lo está más. Viene más y más gente de la isla cada año». Con lo que ahora que se cumple esta década de ópera en la isla, Heinemann se queda «con la satisfacción de haber podido mover algo en Eivissa y con poder disfrutar de ver las caras ibicencas felices y emocionadas al acabar cada función».

En el mismo sentido, el promotor de este espectáculo anual en Eivissa considera que han «introducido una cosa nueva en la isla con una calidad atractiva y de un modo que habla al público y le quita el miedo de asistir a una función de ópera que no pueda disfrutar porque no entienda, no sepa de lo que trata o considere que es un arte demasiado complicado. Eso es lo que piensa la gente que no conoce el género de la ópera», aseguró. Y ese es precisamente el objetivo de este director, «poner situaciones en el escenario de una manera que sean más sencillas de entender, básicas y humanas. Es necesario ese gancho que cree una reacción y que toque el corazón del público, debes hacerlo para que los espectadores se sientan más cómodo, como en casa. También a Puccini le gusta mostrar las emociones de las personas comunes», comentó el responsable de esta ópera.

En cuanto al asunto económico, el Heinemann prefiere no hablar pues consideró que, «en todos los teatros existe la misma dificultad y es porque la ópera es un género muy caro. Traemos mucha gente de fuera que tiene que venir, dormir, comer y cobrar su sueldo».

Música y emociones

El promotor de esta función repite con la música de Puccini pues a su entender, «está muy ligada a las emociones y Madame Butterfly es un título que gusta mucho a la gente. Como estamos introduciendo el género de la ópera en Eivissa es muy importante que traigamos títulos que desde el punto de vista de la musicalidad tengan mucha atracción para el público».

Madame Butterfly es una historia de amor, «tú te enamoras porque estás fascinado del pelo rubio, los ojos y el cuerpo, pero después te das cuenta de que el pelo era teñido y otras tantas cosas eran falsas. Viene la desilusión que tú no quieres aceptar. Finalmente el enamoramiento y la fascinación mueren». Para el director de este festival, «en esta historia hay una fascinación, ilusión, desilusión y destrucción. Hay un final dramático, pero es bueno mostrar al público que la gente se separa y luego busca el mismo sentimiento. El amor es algo complejo», valoró.
En lo referente al reparto, Heinemann vuelve a contar con el tenor Albert Deprius y con Maribel Ortega como soprano. Daniel Gil Tejada volverá a ser el director musical y Jull se encargará de la decoración. Como en otras ocasiones, el vestuario será cosa del propio Heinemann y Stuart Rudnick.
Los músicos «son la mitad ibicencos y la mitad del Liceo de Barcelona, un total de 34» y para el coro se realizó un casting del que se eligieron a unos 18 solistas. «Unas 80 o 90 personas son las que están detrás de esta función».
El Festival de Ópera llegará la semana que viene a su décima edición con Madame Butterfly, un título que Heinemann está convencido de que «emocionará, da igual si con risa o llanto, lo importante es que la gente se mueva con su emociones».

Las entradas ya están a la venta de lunes a sábado, de 09.00 a 14.00 horas, en el Ayuntamiento de Santa Eulària y en el teléfono 648 045 045.

LA CITA

Ópera. Las citas serán los próximos 5, 7, 9 y 11 de septiembre en el Palau de Congressos de Eivissa en Santa Eulària. Las entradas ya están a la venta en el Ayuntamiento de Santa Eulària y en el teléfono 648 045 045