Es la decisión que dictó ayer la titular del juzgado de Instrucción número 1 de Vila, María Luisa Bustillo Gandarillas, tras una intensa jornada de declaraciones. Los detenidos están acusados de un delito contra la salud pública.
A primera hora de la mañana eran trasladados hasta los juzgados de Isidor Macabich el grueso de los detenidos en la operación desarrollada entre el martes y el miércoles.
Los detenidos, cinco mujeres y seis hombres, llegaron en dos furgonetas policiales bajo fuertes medidas de seguridad. En los alrededores de los juzgados se habían concentrado desde primera hora del día una treintena de personas, familiares y amigos de los arrestados.
La Policía Nacional estableció un cordón de seguridad para facilitar la conducción de los detenidos, así como las cajas y bolsos que transportaban el material intervenido en la decena de registros domiciliarios practicados en sa Penya, Vía Púnica y Cas Serres.
En el marco de la operación policial los agentes intervinieron cerca de 300 gramos de heroína, más de 300 gramos de cocaína, más de 200 de hachís, éxtasis y otras sustancias que están pendientes de ser analizadas. En el dispositivo participaron medio centenar de agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Vila y de la Unidad de Prevención-Reacción (UPR) y canina de Palma.
En los registros domiciliarios también se intervinieron catanas, navajas, armas de fuego simuladas y una escopeta de aire comprimido, así como 22.000 euros en metálico.
El dispositivo policial que ha dado por desarticulado un entramado organizado para la venta de drogas en el entorno de sa Penya se cobró una detención más la tarde del miércoles, un arrestado que ayer no pasó a disposición judicial.
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