Rosario, de luto y con gesto lloroso, escucha el relato de su abogado seguido con la mirada por Basterra.

«No hay pruebas ni móvil» que vinculen a Rosario Porto con la muerte de Asunta. «Alfonso se quedó sin nada el día que perdió a su hija». Son los argumentos utilizados por las defensas de Porto y Basterra en la última jornada del juicio por la muerte de Asunta, la niña de 12 años, hija adoptiva de la pareja.

Los acusados no quisieron hablar en el alegato final de este proceso, que arrancó el pasado 29 de septiembre con la constitución del jurado popular.

El abogado de Rosario Porto pidió la absolución de su representada y citó otros casos conocidos -como el Wanninkhof, el de Eva Blanco o el de Ciudad Lineal-- para poner en duda las conclusiones de la investigación y decir que el verdadero asesino de la niña está «ahí fuera».

«Rosario Porto ya perdió todo lo que tenía que perder», dijo el letrado, que describió que en prisión «no hace más que llorar» y añadió, dirigiéndose al jurado, que, «si la exoneran» de responsabilidad, su vida fuera de la cárcel «no va a ser un camino de rosas».

En sus conclusiones, Gutiérrez Aranguren presentó a una Rosario Porto a la que «se mancilló su honor sin derecho alguno», intentando «crear un ambiente hostil» contra ella cuando «no había ninguna prueba de cargo» y partiendo de «un error de bulto inicial» en la instrucción.

La abogada de Alfonso Basterra defendió la inocencia de su patrocinado que, según explicó, no tuvo nada que ver con el crimen de su hija adoptiva, Asunta, y tampoco con los episodios previos de consumo de Lorazepam de la menor de 12 años.

En su relato reiteró que «no existe prueba de cargo» contra su defendido y que, si se le acusa de haber estado la tarde del crimen en Montouto es porque «si no estaba en Teo, no le cuadraban las cuentas al juez instructor».

La letrada pidió la absolución de su cliente para que se le permita buscar, así, a quién acabó con la pequeña Asunta.

El juicio quedó visto para sentencia tras cuatro semanas de vista oral y varias decenas de testigos y peritos. El lunes el jurado se encerrará a deliberar el veredicto.

La Fiscalía y la acusación particular piden que sean condenados por un delito de asesinato a 18 y 20 años de prisión, respectivamente.

El cadáver de Asunta fue localizado en una pista forestal de Teo.

EL APUNTE

Los acusados renuncian al derecho de última palabra

Rosario Porto y Alfonso Basterra renunciaron a hacer uso de su último turno de palabra al cierre de las 18 jornadas de juicio celebrado en la Audiencia Provincial de A Coruña para tratar de esclarecer la muerte de Asunta, el 21 de septiembre de 2013.

“Nada que decir”, así de contundente se mostró Basterra cuando el presidente del tribunal le preguntó si quería decir algo antes de dar por concluido el juicio. Momentos antes, su exmujer se había limitado a negar con la cabeza entre lágrimas a la misma pregunta. Con este breve intercambio de palabras se ponía fin a tres semanas de juicio.