La policía intervino 427 gramos de ‘shabú’ (arriba) y diversos utensilios para manipular y consumir la sustancia estupefaciente intervenida en cuatro domicilios de Madrid.

Agentes de la Policía Nacional detuvieron a 29 miembros de una organización dedicada a la distribución de ‘shabú' en Madrid. Se llevó a cabo el registro de cuatro domicilios, en Madrid, utilizados como puntos de venta y lugar de consumo. La metanfetamina se obtenía periódicamente a través de terceros y su distribución se realizaba incluso a domicilio, variando con ello su precio.

Durante las primeras investigaciones, se llevó a cabo la detención de tres personas que servían de correos para la organización. Dos de ellos habían sido enviados a Eivissa y Palma de Mallorca, donde fueron arrestados, para abrir el mercado de ‘shabú' en esas zonas. El tercero fue detenido en la estación madrileña de Atocha con varios paquetes de pañuelos de papel y bolsas de comida en los que ocultaba la droga.

¿Qué es el ‘shabú?

El ‘shabú' es una metanfetamina, un clorhidrato que se fuma y cuyos efectos son hasta quince veces más potentes que los de la cocaína, de manera que mantienen hasta tres días eufórico y luego tres dormido. Lo suelen consumir ciudadanos de origen asiático, fundamentalmente filipino.

Se considera que 30 gramos de esta droga es una cantidad notoria, mientras que para la cocaína esa estimación está estipulada en 750 gramos. Si se consume en exceso o en lugar de inhalarse se ingiere pude causar la muerte, según advirtieron fuentes policiales, y además es mucho más adictiva.

Los agentes lograron determinar la vía de entrada que se estaba utilizando para comercializar la droga en Madrid. Periódicamente, y en algunas ocasiones incluso a diario, era comprada a ciudadanos africanos y dominicanos residentes en Fuenlabrada (Madrid), quienes a su vez la traían desde Barcelona o Zamora principalmente.

La operación se saldó con la detención de los 26 miembros, 24 de ellos de nacionalidad filipina, un guineano y un español. Además se registraron cuatro domicilios en Madrid. En total se intervinieron 427 gramos de ‘shabú', 52 terminales telefónicos y 48 tarjetas de telefonía, dos pistolas, 10 cartuchos de distintos calibres y diversos útiles para la manipulación y consumo de la sustancia. Las ventas se realizaban en pequeñas dosis a las que los traficantes se referían con el nombre de ‘cerdo' o ‘bultos' y cuyo precio oscilaba entre 20 y 200 euros.