Portugal: Rui Patrício; Joao Pereira, Pepe, Bruno Alves, Fábio Coentrao; Miguel Veloso, Raúl Meireles (Josué, min.77), Joao Moutinho; Nani, Cristiano Ronaldo y Hélder Postiga (Hugo Almeida, min.65).
Suecia: Isaksson; Lustig, Nilsson, Elm (Wernbloom, min.71), Martin Olsson; Larsson, Antonsson, Kallstrom (Johansson, min.77), Kacaniklic; Ibrahimovic y Elmander (Gerndt, min.87).
Gol: 1-0: Cristiano Ronaldo, min.81
Árbitro: Nicola Rizzoli (ITA) amonestó a Joao Pereira (min.41), Cristiano Ronaldo (min.76) por Portugal, y Sebastian Larsson (min.70) y Elmander (min.76) por Suecia.
Con un tanto de cabeza en el minuto 81, Cristiano Ronaldo ganó el duelo de titanes ante Zlatan Ibrahimovic y acercó el Mundial del 2014 a Portugal, que defenderá en cuatro días su 1-0 de ventaja ante Suecia.
Un remate en plancha a pase del medio Miguel Veloso derrumbó el excelente ejercicio defensivo de los suecos, que jugaron mejor que su oponente en la primera parte, pero que se desinflaron en la segunda, sin apenas rastro de Ibrahimovic.
Ronaldo, sin embargo, firmó un encuentro de menos a más y aún pudo agrandar el marcador con un cabezazo al larguero en los últimos minutos.
El fulgor del arranque contó con una sensacional pared de tacón de Ronaldo para su colega del Real Madrid Coentrao, cuyo posterior centro no halló rematador.
El impulso local desembocó en una flagrante ocasión de Joao Moutinho. Ronaldo combinó con Raúl Meireles y el medio del Fenerbahce descubrió a Moutinho en medio de una despistada zaga visitante.
El pequeño medio del Mónaco, sin embargo, se escoró demasiado en su regate a Isaksson y remató a las mallas laterales.
A la estampida portuguesa dio réplica Suecia, colgada a la inspiración de su mágico Ibrahimovic y a su posicionamiento táctico y fortaleza física.
El lateral Lustig perforó el flanco de Coentrao -muy bien a atacar, aunque peor a defender- y su centro lo cazó Elmander. Su remate en escorzo lamió el poste izquierdo de Rui Patrício.
A pesar de disponer de Ibrahimovic a cuenta gotas, los suecos asustaron en otras dos ocasiones.
Sebastian Larsson remató raso un pase desde la izquierda después de un inteligente amago del propio Ibrahimovic, pero Rui Patricio brilló con un enérgico manotazo a ras de suelo.
Después, Kallstrom remató ajustado en un libre directo desde la corona del área.
El poco dinamismo y la escasa agresividad de la medular portuguesa, así como la modesta contribución del extremo del Manchester United Nani desnudaron algunas carencias del conjunto de Paulo Bento, entre ellas la precipitación en ataque y los despistes en defensa.
Ronaldo, que aparentó arrastrar fatiga en algunas fases, pagó la inconsistencia lusa y comenzó a perder posiciones de remate o de desborde. Solo las asociaciones esporádicas con Coentrao condimentaron el ataque portugués.
La estrella del Real Madrid se empleó con loable vigor, aunque no siempre con acierto. La defensa sueca, muy concentrada, limpió el peligro portugués, cuyo ataque pecó por previsible por abusar de los balones aéreos.
El juego raso y elaborado -a priori más dañino los suecos, que pierden en técnica- no guardó continuidad suficiente durante el primer periodo.
En el segundo tiempo, la pujanza local de los primeros minutos se tradujo en una oportunidad franca. En un balón parado, una melé resultó en remate del central Pepe, salvado en la línea de gol entre Lustig e Isaksson. En un posterior rebote, Ronaldo chutó por encima.
Con más ardor que juego elaborado, Portugal obtuvo una sucesión de saques de esquina que calentaron el ánimo del abarrotado estadio Da Luz.
En un destello de calidad colectiva, el lateral del Valencia Joao Pereira habilitó a Moutinho, pero su centro lo repelió Antonssson. El córner resultante fue cabeceado con peligro por Hélder Postiga.
Nani probó a Isaksson y Coentrao achuchó con insistencia por la banda izquierda. En el otro flanco, Joao Pereira se activó y se asoció con criterio con los volantes portugueses, especialmente con Moutinho.
Suecia, perjudicado por la apatía de Ibrahimovic, se inhibió en ataque en la segunda parte, cuando defendió con uñas y dientes.
En el 81, Ronaldo plasmó el coraje y la voluntad portuguesa con un cabezazo en plancha a pase de la zurda de Miguel Veloso, el 44 en 108 partidos como internacional absoluto, a solo tres del récord de Pauleta.
El capitán de Portugal aún pudo aumentar la cuenta con otro testarazo, esta vez al larguero.
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