La Policía Nacional advierte de que la coacción a menores para conseguir imágenes pornográficas --una modalidad delictiva conocida como 'grooming'-- «va a más» y piden trabajar en la concienciación de los jóvenes para que confíen en sus padres y no teman en denunciar estos casos de acoso.
Así se ha explicado este viernes un responsable de la Brigada Central de Investigación Tecnológica en una rueda de prensa celebrada en el Complejo Policial de Canillas en la que ha informado de una nueva operación que ha logrado la detención de tres personas que compartían este tipo de archivos --una en Tenerife y dos en Eivissa-- y la incautación de 57 gigabites de imágenes.
Los casos de 'grooming' son muy similares entre si. El primer paso es el engaño: un adulto se hace pasar por menor en las redes sociales y contacta con un menor de edad con el que comienza a establecer una relación de confianza hasta que logra conseguir que se desnude ante una webcam o le envíe una fotografía.
El siguiente paso ya es la coacción mediante la cual el acosador amenaza con difundir esa imagen íntima a todo su directorio de contactos si no accede a nuevas peticiones de contenido sexual.
«El acosador siempre les dice que es la última cosa que les va a pedir y así va consiguiendo sus objetivos. Las víctimas no dejan de ser niños y si la primera vez no se lo dice a sus padres, en las sucesivas se van metiendo en bucle del que les cuesta mucho más salir», explica este responsable policial que añade que hay países en los que casos como estos han llevado a menores hasta el suicidio.
Uno de los detenidos en esta operación fue arrestado en verano en Tenerife (aún está en prisión) y no se limitaba a consumir este tipo de imágenes. En los registros de su domicilio los agentes encontraron una cámara de video con una tarjeta de grabación.
Tras su análisis los agentes comprobaron que el arrestado tenía en ellas grabaciones donde aparecían cuatro menores: un niño, dos niñas de corta edad y un bebé de los que empezó a abusar en 1994 por lo que hoy ya son mayores de edad y nunca denunciaron los hechos.
En esos vídeos aparecen los menores desnudos y siendo víctimas de tocamientos y abusos sexuales. Tras el análisis detallado de determinadas escenas, los ciberagentes pudieron identificar a los padres de tres niños y constatar que dejaban a los menores a cargo del detenido. El pederasta abusó de los pequeños de forma continuada durante ocho años.
Gracias a esta investigación, los agentes también descubrieron que en la actualidad el arrestado estaba abusando de otros dos menores aprovechando su condición de monitor de gimnasio y conductor de autobuses escolares.
Con esta operación policial, iniciada para detectar intercambio de vídeos pornográficos, los agentes han destapado delitos que estaban siendo cometidos, de manera continuada, sobre menores y que no habían sido denunciados, por el entorno íntimo en el que se producen o por el temor de las víctimas a contar lo que les sucede.
Desde las fuerzas de seguridad insisten por tanto en la necesidad de que los menores que se sientan acosados que acudan a sus padres y éstos a la Policía. Para ello facilitan una dirección de correo electrónico: denuncias. pornografía.infantil @policia.es.
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