En este sentido, el compañero sentimental colaboró «en todo momento» con la Guardia Civil y aportó datos que condujeron a una compleja investigación, explican.
Así, señaló que la había dejado el viernes 11 de Mayo en un bar de Ibiza, ya que había quedado con unos amigos. Tras ello se perdió la pista de la mujer, hasta que se halló el cadáver.
El relato del Cuerpo detalla que la investigación fue compleja debido al gran número de personas que se relacionaban con la víctima debido a su afición por las redes sociales. Por esto «el abanico de sospechosos era muy amplio», hecho que --según dicen-- obligó a los investigadores a «realizar multitud de gestiones».
Pero --amplian-- tras «una detallada y rigurosa investigación» de otros posibles autores y con «diversos datos ya en su poder, determinaron que la versión de su compañero incurría en datos falsos y circunstancias», que abrieron una línea de investigación que condujo a concretar que él había sido el presunto asesino.
Francisco R. R. , policía local de Sant Josep y detenido como presunto autor de un delito de asesinado de la venezolana María Karina Rosales Riviera, recibió el mismo día de la desaparición de ésta un mensaje en su muro de Facebook de la víctima. «Francesco sal un momento o coge el móvil ya», escribió la venezolana desde un móvil Blackberry, mensaje que no tuvo ninguna respuesta por parte de Francisco R. R.
El mismo día de la desaparición, el viernes 11 de mayo, cuando el detenido alegó que la vio por última vez después de dejarla en un bar de Vila porque había quedado con sus amigos, Francisco R.R. compartió varios álbumes de fotos en esta misma red. Entre ellos, uno de su visita al galeón que llegó a Eivissa en conmemoración del bicentenario de la Constitución y otro de la misma Karina en el que se ven fotos de varios carros engalanados para la festividad del Rocío de Sant Antoni. En el primero de los álbumes aparece Francisco R.R con un menor así como fotos de María Karina en la playa.
Francisco R.R., que lleva más de una década como agente de la Policía Local de Sant Josep, municipio del que procede y donde reside [en los últimos tiempos con la víctima], también colaboraba de forma activa con el grupo de Protección Civil del mismo municipio.
El presunto autor del asesinato estudió para ser sacerdote aunque, según algunas fuentes, lo dejó para casarse. Además, Francisco R.R. se dedicó también durante un tiempo a dar cursos de catequesis a niños en la Iglesia de Sant Josep. Tiene al menos un hijo y al parecer no tiene buena relación con su exmujer. Algunas personas cercanas a Francisco R.R. mostraron ayer su asombro ante dicha detención ya que nunca se le ha visto en actitud agresiva.
En su muro de Facebook y desde la desaparición de María Karina Rosales, Francisco R.R. ha publicado numerosas frases religiosas o mensajes de añoranza. «Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante», «nada en la vida dura para siempre... pero dura los suficiente para ser inolvidable»; «jamás dejaré de amar, solo tengo que aprender a vivir sin ti», son algunas de ellas.
Al parecer, Francisco R.R. y María Karina se conocieron a través de las redes sociales, muy usadas por ambos. De hecho, la operación de la Guardia Civil se llama ‘Badu', que hace referencia a la red Badoo, en la que el presunto autor del asesinato de la venezolana lleva más de una semana sin conectarse y en la que indica que busca «millonarias guapas», según pudo comprobar ayer este periódico. En Facebook, por su parte, Francisco R.R. se conectó por última vez el pasado jueves.
En estas redes sociales, el detenido, que pasará a disposición judicial mañana, señala que su lema es «la seguridad de la personas; es lo primero». Entre las anécdotas que ayer se comentaban por el municipio, algunos recordaban cuando Francisco R.R. multó a su propio padre por ir en moto sin casco.
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