Más barreras anticontaminantes en ses Bassetes y ninguna respuesta para reflotar el yate

Desde la conselleria de Medi Ambient de Formentera, la responsable de salvamento y seguridad de Playas, Serena Amaduzzi, informaba que siguen colocadas las barreras antivertidos, hay más barreras dispuestas para una nueva contingencia pero «en cuanto al reflotamiento o rescate de la embarcación no tenemos notificación oficial del estado de las conversaciones o negociaciones entre el seguro, el armador y las empresas dispuestas a llevar a cabo la tarea de rescate».

Los temores por lo que pueda suceder este fin de semana vienen determinados por el rol de los vientos ya que con mar de poniente o mestral el oleaje podría mover la embarcación subiéndola aún más sobre las rocas. Ello podría conllevar que el casco pudiera sufrir alguna grieta o rotura y por ahí perderse la cerca de una tonelada de gasoil que se supone queda aún en los tanques de combustible del yate.

Cada día un agente del 112 se desplaza desde Eivissa a Formentera para estar cerca de la embarcación, controlar su situación y ver si se producen cambios tanto en la escora como en el estado de la mar que pudieran poner en peligro la estabilidad del Royal Enterprise.

Desde el Consell se asumía, con cierta perplejidad y queja, que las instancias y escritos enviados al Govern balear de momento no hayan surtido su efecto y tampoco haya una respuesta firme del ministerio de Fomento que tiene los medios necesarios para actuar ante una emergencia. El barco se encuentra por el momento estable ya que el temporal previsto para el fin de semana aún no había llegado ayer a Formentera.

Rescate de pertenencias

Amaduzzi confirmo que desde hace un par de días la tripulación va sacando poco a poco sus pertenencias del barco, para tenerlas consigo en previsión de lo que pudiera suceder si el temporal fuera tan fuerte como algunos auguran. Las fuentes barajan cifras entre 30.000 y 1.000.000 de euros por el reflotamiento, también señala que existe la posibilidad de abandono de la embarcación porque la multa que debería pagar el propietario o la compañía de seguros sería sensiblemnte inferior al coste del rescate de la misma.