Agentes de la Policía Nacional confirmaron que el cuerpo encontrado ayer en un monte del municipio de Redondela (Pontevedra) se corresponde con la joven Alejandra Soto Alján de 17 años. La joven llevaba desaparecida desde el pasado martes y la última pista que se tenía de ella era una conversación con una amiga a través de interner, justo antes de que saliera de su casa para no volver.

De esta manera, fuentes policiales y de la Subdelegación de Gobierno en Pontevedra informaron de que el cuerpo fue localizado en una zona boscosa, sobre las 9.50 horas. Concretamente, a un kilómetro de la vivienda en la que residía la menor, en la parroquia de O Viso.

La menor desaparecía entre las 19.30 y las 21.00 del pasado martes. Poco antes, y desde su domicilio, mantuvo contacto con una amiga a través de Internet. En el operativo de la búsqueda participaron efectivos de la Policía Nacional, Policía Local, Protección Civil, Guardia Civil, así como algunos vecinos que acudieron voluntariamente.

Además, intervino un helicóptero, agentes de Redondela y Vigo y perros, que peinaron la zona donde fue encontrada Alejandra.

El alcalde de este municipio pontevedrés, Xaime Rey, aseguró que la familia de la chica «está soportando bien la situación» y que muestra «una actitud tranquila y serena» porque todavía «no están en la realidad. No obstante, aseguró que «están bajo un shock», tras conocer esta noticia trágica. Igualmente, el alcalde advirtió de que no se debe caer «en especulaciones» sobre la muerte de Alejandra. Así, instó a los medios a que se primero se conozcan las conclusiones de la autopsia que se le practicará al cadáver, así como al desarrollo de la investigación para esclarecer los acontecimientos.

Con precaución y para evitar posibles especulaciones, se expresó el Delegado de Gobierno en Galicia, Antón Louro. Aseguró que «nadie puede decir con fundamento» que el cuerpo de la joven de Redondela presenta signos externos de violencia. «Creo que aportar prudencia y cautela es aportar responsabilidad», concluyó solicitando que se deje trabajar «a los profesionales» sumidos en la investigación. Es más, fuentes de la investigación matizaron que, tras los primeros exámenes visuales del cuerpo, «no desvelan» signos externos de violencia.