EFE - GIRONA

Dos vecinas de la mujer chilena embarazada que murió quemada en octubre de 2006 en Calonge declararon ayer en el juicio con jurado popular que se celebra en Girona que, mientras agonizaba, la víctima había responsabilizado a su compañero, aun sin nombrarlo, de haberle rociado con gasolina y prendido fuego.

En la segunda sesión del juicio al vecino de Calonge acusado de quemar viva a su pareja, Sandra Soledad Vergara, de 30 años, han declarado varios policías locales, mossos d'esquadra y bomberos que han dicho que el fuego se originó en la habitación de matrimonio, y no en el comedor, como declaró el acusado.

También lo hicieron algunas de las vecinas que fueron a ayudar a la víctima cuando supuestamente fue arrojada al patio comunitario del bloque de pisos.

La primera vecina que llegó a auxiliar a la víctima tras caer por el balcón ha explicado, a preguntas del fiscal, que Sandra le dijo, con una voz muy débil pero perfectamente comprensible, que la habían rociado con gasolina y prendido fuego, y que tenía la boca llena de gasolina, aunque no llegó a nombrar a su compañero.

Trabajar más

«Me dijo 'me roció de gasolina y me prendió fuego', no me dijo quién la había rociado, y cuando le quise dar agua, me dijo 'agua no, que tengo la garganta llena de gasolina», ha explicado la vecina. Además, esta testigo también ha explicado que el procesado habría auxiliado a la víctima cuando la vio envuelta en llamas.

Por su parte, otra de las vecinas que auxilió a la joven cuando todavía estaba consciente, ha indicado que, mientras agonizaba, Sandra señaló que «había llegado a casa, le había echado gasolina y la había quemado, y que luego se había arrepentido y la había intentado apagar».

El fiscal y la abogada del Estado piden para Miguel S.G., de 35 años, 20 años de cárcel por los delitos de asesinato, aborto, daños e incendio.