El Ministerio Público ha solicitado la imposición de multas de casi mil euros para dos jóvenes de nacionalidad portuguesa que fueron detenidos tras agredir a un motorista que estaba trabajando repartiendo comida de un restaurante chino a domicilio.

En un principio se detuvo a cuatro personas y todos ellos pasaron una noche en el calabozo, pero finalmente los hechos, muy extraños, sólo han sido imputados a dos de ellos.

Todo comenzó el pasado sábado, en Platja den Bossa. Los cuatro detenidos iban, junto con otras cinco personas, en una furgoneta. El motorista que repartía comida china circulaba tras ellos. Cuando ambos vehículos se detuvieron en un semáforo, al menos dos de los portugueses salieron de la furgoneta, se dirigieron hacia el motorista y le agredieron.

Unos declararon que la agresión fue consecuencia de una disputa de tráfico y otros dijeron que el repartidor de comida china les estaba siguiendo, algo que niega el motorista, que recibió un cabezazo de uno de los condenados aunque llevaba puesto el casco, también puñetazos y patadas. Resultó herido en un pierna. Uno de los agresores, además, le quitó la llave de la moto.

Al día siguiente

Unas 24 horas después, domingo, en la avenida Bartolomé Roselló, a la altura del bar Va Bene, el motorista se topó con sus presuntos agresores y avisó a la policía, que los detuvo.

Ya en el juzgado de guardia, el Ministerio Público solicitó para uno de los dos acusados por la tentativa de hurto de uso del ciclomotor una multa de 840 euros y otra más, ésta de 180 euros, por las lesiones causadas al repartidos de comida a domicilio.

Al otro acusado se le pide sólo la imposición de una sanción de 180 euros por la falta de lesiones.