Absuelto uno y condenado otro a 15 meses de prisión. Este ha sido el resultado judicial de la operación que llevó a cabo el Cuerpo Nacional de Policía el pasado mes de febrero y en la que se detuvo a dos delincuentes junto con un arsenal de armas en una casa semiabandonada de Platja den Bossa. Los agentes sospechaban que ambas personas, uno de ellos un ibicenco de 35 años con 20 detenciones por robo, preparaban una oleada de atracos.

La responsable del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, ha impuesto un año y tres meses de cárcel a uno de los detenidos después de que ambos tuvieran que sentarse en el banquillo como presuntos autores de un delito de tenencia ilícita de armas. El acusado que ha sido condenado se reconoció propietario de dos de las pistolas que fueron intervenidas: una semiautomática Astra modelo 4000 provista de su cargador de balas del calibre 9 mm y otra fabricada en la antigua Checoslovaquia, una Ceska del calibre 7,65. Del resto de armas aprehendidas por los agentes, no se ha podido demostrar su propiedad, a excepción de una escopeta de balines que supuestamente pertenecía al otro implicado. En el caso del acusado condenado, la policía irrumpió en la casa que ocupaban, ubicada en la calle sa Punta, cuando éste llevaba una de las pistolas al cinto. La inspección realizada reveló que ambas armas estaban preparadas para ser usadas.

Escopetas

En el mismo domicilio, se encontraron dos escopetas de aire comprimido, una Hunter con visor incorporado y otra de la marca Shadow, así como una carabina y otra pistola detonadora.

El principal encausado se jugaba tres años de prisión después de que el fiscal también le hubiera responsabilizado de haber introducido de forma ilegal en el territorio nacional la pistola de fabricación checa. La juez, sin embargo, argumenta en su sentencia que éste último extremo tampoco se ha podido probar. Los dos acusados, presos hasta el día de la vista oral, quedaron en libertad provisional tras ser juzgados.