La Guardia Civil detuvo a un buen número de los integrantes de la banda del millón de euros en Cala de Bou.

La mayoría de los grupos de narcotráfico desmantelados esta temporada se habían asentado bien en Platja den Bossa o bien en Cala de Bou. Las bandas y redes que tenían sus sedes en esta última zona solían aspirar a copar el suministro de estupefaciente entre los consumidores de Sant Antoni mientras que en Platja den Bossa se descubrieron grupos que presumiblemente aspiraban a un control mucho mayor o más estable.

En lo que llevamos de verano, las fuerzas policiales han desmantelado al menos doce organizaciones que trabajaban en la isla y que, como es habitual, estaban formados principalmente por personas de origen británico o sudamericano, así como de nacionalidad española.

El primer gran golpe al narcotráfico a gran escala, sin embargo, no estaba definitivamente implantado en Eivissa. Lo dio la policía al acabar con una red que había puesto sus ojos en la isla y que se disponía a introducir cocaína con la ayuda de pasajeras de cruceros que iban a recalar en Balears.

Violentos

La policía culminó también en junio la denominada operación Calma al apresar en la inauguración de una discoteca de Platja den Bossa al británico N.S., un hombre que era buscado desde enero por un alijo de 23.000 éxtasis. El sospechoso contaba con domicilio en Cala de Bou.

Días después, la Guardia Civil, a través el EDOA, acabó con otro grupo, éste asentado en es Caló des Moro, que había protagonizado violentos incidentes en el West End en la lucha por el control del mercado de drogas. A algunos de los cinco detenidos se les relacionó con las redes que protagonizaron el tiroteo en Sant Antoni de 2006. El EDOA de la Guardia Civil volvió a concretar otro importante servicio con la detención del holandés Carlos, un hombre que llevaba ocho años viviendo en la calle Mediterráneo de Platja den Bossa y al que se sorprendió con 138 kilos de chocolatinas alucinógenas y 32 éxtasis. Los camioneros que trajeron el cargamento a la isla cometieron el error de probar las chocolatinas sin saber de qué estaba compuestas y tuvieron que ser hospitalizados.

Pocos días después se intervinieron 2.300 dosis de Popper que estaban siendo comercializados por dos bares del West End que, además, eran investigados por estar supuestamente detrás de los Pub Crawls que se había detectado este verano en Sant Antoni. Platja den Bossa y Talamanca eran los domicilios de dos laboratorios para el tratamiento de cocaína que desmanteló la policía en julio. La organización, compuesta por colombianos, quedó al descubierto tras detenerse en Perú al ibicenco J.D.D. cuando embarcaba con siete kilos de cocaína.

Agosto

La conocida como la banda del millón de euros, por llevarse esta cantidad en tabaco de un almacén de Sant Jordi, también se había establecido en Cala de Bou. Once personas fueron detenidas por la Guardia Civil por su supuesta implicación en robos violentos y tráfico de drogas.

Otros cuatro importantes servicios se ha realizado este mes. El cierre de un punto de venta en Platja den Bossa donde sus moradores usaban dos pit-bull para custodiar la casa y la droga, el grupo que usaba el bar Séneca de este barrio y más recientemente otra operación del Greco, aún desarrollándose y de la que se ignora su alcance, en la que se ha visto implicado un abogado de Madrid e intervenido al menos cuatro kilos de cocaína.

La última que ha trascendido ha sido la operación Leandro, con la que el EDOA, como ocurrió con la banda del millón de euros, ha desarticulado en Formentera un violento grupo sudamericano que compaginaba los robos con el tráfico de drogas.