El cadáver del marinero alicantino Carlos Antón Pérez, de 29 años de edad, fue sacado antenoche del puerto de Eivissa después de dos días de intranquilidad en la naviera Trasmapi, empresa en la que trabajaba enrolado en uno de sus catamaranes como responsable de máquinas. Nadie sabía nada de él desde la noche del lunes, día en el que el marinero tenía libre y en la que sus compañeros lo vieron en un bar.

Los primeros indicios policiales, pese a la falta de datos sobre cómo y dónde se hallaba cuando cayó al mar, confirman que falleció accidentalmente. Desde la naviera se aclaró a este periódico que la víctima no se hallaba trabajando a bordo cuando pereció pese a que no se descarta que hubiera ido a su barco a por algún objeto y que, entonces, pudiera sufrir el percance que le costó la vida.

Este el segundo marinero que muere en las Pitiüses en el plazo de 24 horas como consecuencia de supuestos accidentales después del siniestro registrado anteayer por la mañana en el puerto de la Savina.

El cuerpo de Antón Pérez fue descubierto sobre las diez de la noche de anteayer flotando en las proximidades del Sun Cat, la embarcación de la que formaba parte de la tripulación desde hacía dos semanas y en la que se esperaba que permaneciera hasta el final de temporada.

El propio jefe de personal de la naviera se trasladó a la Comisaría de Eivissa y luego a la Guardia Civil para interponer una denuncia por su desaparición después de que no se hubiera presentado a trabajar ni en la jornada del martes ni en la del miércoles.

Según fuentes de la naviera, no se logró hacer oficial dicha denuncia por no ser familiares del desaparecido y no haber pasado aún 48 horas desde que se desconocía cualquier dato sobre su paradero. «Nosotros nos preocupamos y quisimos que, al menos, quedara constancia para las fuerzas policiales de que no sabíamos nada de él y de que, además, nos extrañaba mucho su ausencia», explicó un responsable de la empresa afectada.

Visitas

Las mismas fuentes indicaron que personal de la compañía, cuando se notó que no se presentaba en su puesto de trabajo, se trasladó en varias ocasiones a la habitación de Carlos Antón para ver si en algún momento podía haber ido a las dependencias donde se alojaba. En ninguna de las visitas se vieron indicios de que hubiera pernoctado o pasado por su habitación. «El primer día pensamos en que se podía haber equivocado de día pero el segundo ya pensamos que podía haber ocurrido algo», añadió un portavoz de Trasmapi.

El Sun Cat es una embarcación turística que cubre trayectos entre Eivissa y Formentera y que es empleada también para la realización de «charters» con grupos interesados en contar con este servicio.